Vicente Verdú
Hacía
tantos meses
que no experimentaba
alegría
que había
olvidado
la belleza
de su acidez.
Este intervalo
hoy
de inesperado júbilo
ha izado escultura
temporalmente feliz.
Una figura de
caramelo meloso
inconsistente o
disolvente…
¿Pero qué otra
disolución
continua
no se vive al vivir?
¿Qué racimo de
uvas dulces
no perdió pronto
su dichosa humedad
y eligió
producir
objetos y personas
cada vez más rancias?
Objetos y personas
de pieles satinadas
y ojos fulgentes antes
y de sexos opacos
ahora.
Desecados
en el arrugado
y sumiso
reino
de la caducidad.