Vicente Verdú
De creer
en lo absoluto
pasamos
a conformarnos
con el menú.
No teníamos
En cuenta
los límites
de las avenidas.
Esperábamos que el mar
no cesara nunca de crecer.
Los hijos también
nos miraban
sin límite
y dedujimos,
mirando al frente,
que el horizonte
jamás
se llegaría
a alcanzar.