Vicente Verdú
En algunas zonas
levemente olvidadas
en la conversación
nacían extensos celajes
de pensamiento anaranjado
largas colas de ciervos volantes
lagos como monedas
y un sinfín de plantas tupidas
pero transparentes
esteladas
por la respiración.
Minutos de violetas
Y varias cenas sin finalizar
vidas que concluían
tempranamente sin asesinos.
Se recuerdan madrugadas como ayunos
metálicos
no vacíos sino privados de luz
zonas olvidadas o exangües
como la espuma
del más allá.