Vicente Verdú
Adoro las perdices
porque son equívocas.
Amo los insectos porque son
despechados.
Descubro el mar porque es una evidencia alocada.
Amo la sierra porque lo ignoro todo.
Te quise a ti a pesar de que pronto supe
que tu desazón
me impediría saber nada.
Como los peces,
como las demoliciones,
como los aludes
y los acantilados.