Vicente Verdú
Sin prisas,
sin alaridos,
sin grandes noticias
la enfermedad se extiende
a la manera de un libre pantano natural
y no suena porque su son
es su seno mismo.
El sedimento que existía previamente,
larvado o invisible,
en la base del tremedal.
Ahora dicen que es tremenda su cobertura
Pero ¿quién ha podido medir su grosor?
Su fondo es todavía demasiado incalculable,
y desde la piel a los huesos de cal viva
sólo se posee la extensión de
de su arcilla sombreando la superficie.
Se cree, científicamente, que es bastante,
porque si avanza cargada de irisaciones y venenos
¿cómo será el efecto de sus raíces dentro del lodazal?