Vicente Verdú
No es preciso perderse o hacerse el perdido a la antigua usanza. Uno puedo hallarse en ese mismo lugar preconocido pero puede hallarse inaccesible para los medios que constituyen hoy la base del estar en contacto. La caída del sistema informático, la falta de cobertura para el ordenador, la no recepción de los e-mails crea un entorno de vacío que siendo tan sutil e intangible parece impenetrable. La comunicación es la norma y la anormalidad es igual a la pérdida de estos enlaces electrónicos. Nos hace y nos deshace la presencia o la ausencia de esa comunicación. Justo la clase de comunicación que, funcionando, permitió más fácilmente que nunca estar siendo otro, afirmarse mintiendo, vivir en otro personaje a la vez que eliminando la referencia al existente.