Vicente Verdú
Que cada vez se lea menos no es sólo un quebranto para lo libreros y los editores sino un grave desaliento para los escritores. ¿Cómo no prever por tanto que poco a poco se creará menos literatura (sobre todo de la buena) y en el ya absoluto fracaso comercial del ensayo se pensará menos o no se pensará en nada que requiera tiempo y profundidad?