Vicente Verdú
¿Sabía usted, por ejemplo, que, según Eddington, la Luna fue originariamente un trozo de Tierra? Un trozo de tierra divorciado a causa de un fenómeno de resonancia entre mareas solares y el periodo de vibración del globo terráqueo? ¿Qué es la Luna entonces? ¿Un residuo de matrimonio? ¿Un pedazo de nosotros reflejada en el cielo para facilitar nuestra introspección? La carencia que ha dejado en el planeta se correspondería con la cavidad que hoy ocupa el Océano Pacífico. Pero, a partir de ahí, ¿cómo no experimentar el mar como metáfora de la mayor ausencia?
Por otra parte, la vida en la Tierra puede, en efecto, no proceder de la Tierra sino de una lluvia de bacterias que vuelan como aves microscópicas de un punto a otro de las galaxias.
Alrededor de 100 toneladas métricas de detritos cometarios ingresan diariamente en la atmósfera terrestre. Gran parte de estos restos son estériles debido a su gran proximidad al Sol, otros muchos se queman al entrar en nuestra atmósfera. Pero una fracción de polvo con millones de microbios activos sobrevive al paso de la atmósfera y se posa sobre el suelo o sobre nuestro peinado. Enfermedades como la viruela, la polio o la gripe han aparecido de repente y a la vez, ahora y a lo largo de la historia en lugares muy distantes del planeta. En África y en Oceanía a un tiempo; en Boston y en Bombay en periodos asombrosamente paralelos. La extensión del SIDA, por ejemplo, podría ser menos un fenómeno de contagio que el padecimiento de una maldita ducha cósmica. El Universo nos enferma (¿de cáncer, de hepatitis, de melancolía, de agresividad, de estrés? ) tanto como supuestamente nos rocía de elementos benefactores.
Noticias como el descubrimiento de una "masa invisible", cien mil millones de veces más pesada que el sol, situada a trescientos millones de años luz y ponderada como el mayor agujero negro de todos los conocidos hasta ahora, ¿pueden ignorarse? Pueden ignorarse. Sucesos como la efusión sobre el cielo australiano de la supernova Sanduleak-69 202, 80.000 veces más brillante que el sol y muerta hace apenas 11 millones de años (el Sol cuenta con unos 5.000 millones de años) ¿pueden eludirse? Pueden eludirse. Los avances en la biogenética, transformadora de la misma condición humana, pueden también echarse a un lado. Pero ¿qué clase de instalación en la realidad corresponde a esta ignorancia?