Sergio Ramírez
Durante las pasadas elecciones el presidente Funes no dio la cara por el FMLN en la contienda electoral, lo que quiere decir que personalmente no perdió esas elecciones, ya que su nivel de aceptación popular se mantiene en el sesenta por ciento; más bien se le señala de haber respaldado por debajo del agua al nuevo partido GANA, ligado al ex presidente Elías Antonio Saca, alejado ahora de ARENA, que obtuvo once asientos en la Asamblea Nacional. Pero también se dice que la maniobra de respaldar a GANA fue compartida entre el presidente Funes y la alta dirigencia del FMLN, con la mira de restarle votos a ARENA. Si fuera así, el tiro les salió por la culata, pues al que GANA quitó electores fue al propio FMLN.
De todas maneras, si uno mira desde Nicaragua a través de las aguas del golfo de Fonseca, la democracia en El Salvador, está funcionando como debe ser. Nadie teme que de las filas del FMLN vaya a salir un caudillo que quiera quedarse en el poder para siempre; al final de su período, Funes se irá para su casa, y las probabilidades de que la derecha gane las próximas elecciones presidenciales están abiertas.
Asunto de maravillarse.