Sergio Ramírez
Y también las condiciones de la campaña electoral fueron justas. El partido en el poder no usó los recursos del estado para hacer propaganda, ni buscó comprar la voluntad de los votantes con prebendas y regalías, ni los empleados públicos fueron obligados a concurrir a las manifestaciones. Y como en las carreteras y avenidas aún se pueden ver las vallas de publicidad electoral, se nota que se hallan repartidas de manera equitativa. El FMLN no abruma a los demás partidos imponiendo sus colores ni los rostros de sus candidatos.
Y yo sigo maravillado.