Sergio Ramírez
Y ahora, gracias a la aparición de los libros electrónicos, se abre en Estados Unidos un litigio oficial que seguramente llegará a hacer época. Google se ha propuesto digitalizar millones de libros de los fondos de las bibliotecas públicas, para ofrecerlos en línea a los lectores a través de las pantallas, y para ello alcanzó un acuerdo con autores y editores. Este acuerdo, que abriría las puertas para que un día todos los libros del mundo estén disponibles por la red cibernética, ha sido recurrido ante los tribunales por Amazon, Microsoft y Yahoo, los otros gigantes en competencia por el mercado electrónico del libro. El alegato es que Google está violando la ley antimonopolio, al sacar a los rivales de la competencia.
Todas estas son señales ominosas en contra del tradicional libro de papel y cartón, y hay quienes ven cercano su fin, lo mismo que el fin de los periódicos. Quizás estas señales son más graves, sin embargo, para los periódicos antes que para los libros. Uno de los diarios tradicionales de mayor prestigio en Estados Unidos, el Christian Science Monitor, cerró sus puertas de papel y se quedó nada más en la edición electrónica. Y las ediciones impresas de periódicos como The New York Times y Le Monde dejaron de ser rentables, y si siguen apareciendo es porque sus ediciones electrónicas, que sí tienen ganancias, lo permiten.