Sergio Ramírez
El experto en cobros de Vilna, que ha decidido usar los poderes de una afamada bruja en contra de los morosos, reconoce que vivimos tiempos de crisis, que muchas fortunas se han derrumbado, que la falta de capacidad de pago afecta a los más honrados, y por tanto, que hay quienes quisieran pagar, pero no pueden. Pero con la misma convicción afirma que también hay otros que se aprovechan de la crisis para huir impunemente de sus acreedores. Por eso es que la flamante empleada de la firma de cobranzas, "les hará entender la nueva situación, reconsiderar lo que está bien y está mal, y actuar en consecuencia". Y, a la vez, ofrece la servicios de la bruja, a aquellos "que sufren por el impacto psicológico de la quiebra y la depresión económica". Servicios completos.
Son tiempos de crisis, y por tanto, tiempos de brujería. En México, el antropólogo Reyes Luciano Álvarez, especialista en temas indígenas, aduce que las sociedades han recurrido siempre a la brujería en tiempos de crisis, y que las prácticas de ese tipo se reavivan cuando el sistema económico imperante es puesto en cuestión. Es lo que pasó con el derrumbe del imperio azteca a la llegada de los conquistadores españoles. Entonces, dice el antropólogo, los indígenas pensaron que ya no debían rogar más a sus antiguos dioses, porque los que ahora valían, como si se tratara de un nuevo papel moneda, eran los santos católicos. Una nueva moneda, y un nuevo culto, lo que equivale a una nueva brujería, según el experto.