Sergio Ramírez
Todos quienes reclamamos en Nicaragua contra los atropellos que sufre la democracia en forma de manipulación de la justicia para ejercer venganzas personales, como en el caso de Ernesto Cardenal, o de desprecio de los derechos de creación individual, como en el caso de los hermanos Mejía Godoy, somos acusados desde los altoparlantes del poder de la augusta pareja presidencial de agentes de la derecha imperialista y vendidos a la oligarquía; y como esas acciones represivas contra escritores y artistas han despertado en el mundo una ola de repudio y condena, todos quienes se suman a denunciar los atropellos cometidos, vienen a ser, también, agentes de la derecha imperialista y vendidos a la oligarquía.
La lista comienza con José Saramago, espléndido novelista, el primero de la lengua portuguesa, premio Nóbel de Literatura en 1998, que se hizo miembro del Partido Comunista de Portugal no de adorno, sino en la clandestinidad, bajo la férrea dictadura de Salazar. Siempre ha alzado su voz en el momento preciso contra injusticias de todo tamaño, el tipo de escritor que ejerce como ciudadano que no se calla frente a los abusos de nuestro tiempo. La novela suya que más me gusta, aunque es difícil elegir, es El evangelio según Jesucristo, aunque también escogería Todos los nombres.
Pero la lista de todos estos réprobos es nutrida y prestigiosa, como podrán ver.