
Sergio Ramírez
Cierro mi año 2008 hablándoles de un libro que por supuesto recomiendo leer, Brother, I´m dying (Hermano, me estoy muriendo), de la escritora haitiana de nueva generación Edwidge Danticat (1969). Nacida en Haití, e inmigrante a Estados Unidos a los 12 años, su lengua literaria es el inglés, como en el caso del dominicano Junot Diaz, y del peruano Daniel Alarcón, de quienes hablé a su tiempo en este mismo espacio, cuando me preguntaba si la nueva novela latinoamericana, y del Caribe, se estaba escribiendo ya en inglés.
Se trata de un libro de memorias, de una autobiografía si se quiere, que puede leerse como una novela, y es allí, en la tensión narrativa, y en la transformación de personas de la vida real, dos hermanos comunes y corrientes, su padre y su tío, en personajes que parecieran compuestos desde la ficción, donde reside su primera virtud. Edwidge, como hacen los buenos escritores, consigue poner en singular el plural de las vidas anónimas, y transforman unos acontecimientos simples, en extraordinarios.
Porque parece simple que en América Latina una niña como ella pase su infancia al lado de su tío Joseph en Puerto Príncipe mientras su padre Mira debe emigrar forzadamente a Nueva York en busca de mejores horizontes, el hecho que es punto de partida de la narración. Pero la infancia nunca es simple. Sobre todo cuando transcurre con el corazón partido.