
Sergio Ramírez
Un personaje de Nicaragua, que ha sido alcalde y también diputado, y siempre muy cercano a los círculos de poder para los que actúa como operador de negocios clandestinos, propone a un empresario favores gubernamentales en una disputa alrededor de una propiedad inmobiliaria en las playas más cotizadas del país, a cambio de algunos millones de dólares. El empresario graba la conversación donde consta la propuesta, se hace pública, y se abre el escándalo.
Al final, la Fiscalía General de la República, que forma parte de esos mismos círculos de poder que actúan de manera unánime al defender a sus operadores de negocios, emite un dictamen forense sobre esa conversación, que copio íntegro en sus partes conducentes. Dice el Fiscal:
"La revisión de contenido de la conversación tiene el propósito de constatar las circunstancias, el entorno y el estado de ánimo de los hablantes al momento en que se desarrolla la comunicación entre los protagonistas (…) se muestra una conversación entre dos conocidos que dialogan sobre un asunto en particular y cada uno de ellos defiende su punto de vista ante el otro y viceversa, en un ámbito que priva un tono de camaradería, respeto, tolerancia y paciencia (…) puedo concluir objetivamente que en la conversación peritada no existe ningún elemento emocional que indique evidencias e indicios de violencia, coerción, chantaje y amenazas para la vida de alguno de los interlocutores ni la de sus familiares…"
De acuerdo con esta genial apreciación de psicología penal, se puede proponer a otro cometer cualquier crimen, matar al prójimo, robar al vecino, asaltar el erario público, mientras se haga en plan de franca camaradería y mediante el uso de un diálogo ponderado, con palabras suaves, y sin alzar la voz, con respeto, tolerancia y paciencia.
Anótenlo.