Rafael Argullol

Rafael Argullol: Eso sería algo que llegaría a bloquear por completo el círculo de la comunicación científica; es imposible una comunicación entre quienes intentan investigar según los descubrimientos de la ciencia y quien quiere aplicar de una manera muy dogmática los que son las supuestas tradiciones de la religión, en este caso de la Biblia.
Delfín Agudelo: Pero en este paisaje pesadillesco, ¿cómo empezaría a jugar el pueblo de Estados Unidos en un ámbito mundial? Palin no es más que la punta del iceberg de una gigantesca población que piensa lo mismo.
R.A.: Estas cuestiones van muy relacionadas. Yo que conozco relativamente bien Estados Unidos, al vivir allá supe que uno de los problemas fundamentales del grueso de los americanos es que conocen muy mal todo lo que es la geografía exterior de Estados Unidos. Si finalmente se llegara a implantar una creencia como la del creacionismo- que por otro lado está ganando cada vez más adeptos en universidades de tipo medio e inferior- se crearía un auténtico gap, un auténtico abismo entre la propia dinámica de Estados Unidos y de gran parte del resto del mundo, que es lo que en alguna medida ya sucede. Esto lo retrató tan bien Graham Greene en su novela El americano tranquilo, donde explica algo que es muy propio de la ideología americana diseccionada, como un buen inglés lo hace: la puesta en escena de la bondad americana de un supuesto agente americano que quería hacer el bien continuamente mientras estaba ocasionando todo tipo de destrucciones. Esto forma parte en buena medida de esa característica de Estados Unidos, que es una especie de fe más allá de todo criticismo en el propio bien; y en ese caso evidentemente sería la fe en una pseudo verdad científica que evidentemente querrían imponer en todo el mundo- o al menos resultaría incompresible que el resto del mundo no comulgara con esa verdad. Probablemente eso crearía un mayor aislacionismo con estados unidos, que es algo que no hay que descartar con una eventual presidencia de McCain, que desde luego sería del todo evidente con una presidencia de Sarah Palin, a raíz de una presidencia truncada de McCain y con el acceso de alguien que postula algo tan aislado como esto. Con esto no quiero ni siquiera inclinarme respecto a los candidatos en Estados Unidos. Lo que me llama la atención es que haciendo política-ficción, la presidencia de Palin llegaría a un mundo que verdaderamente sería muy creativo para las novelas grotescas.