Rafael Argullol

Delfín Agudelo: Se trata de una suntuosa parodia de los presidentes que se reunieron en el seno del G-20 en Washington en el pasado mes de noviembre.
R.A.: A mí esta imagen me recuerda algo que sucedía en las casetas de feria cuando era pequeño, y es que se ponían unos personajes o monigotes del pim-pam-pum, que eran unos monigotes con unas caretas que representando por ejemplo el diablo, el hombre del saco, distintos seres que atemorizaban a los niños. En estas casetas se ponían estas caretas de manera que los otros niños les podíamos tirar bolas contra las caras del diablo, del hombre del saco, de nuestros enemigos, y gracias a esto se producía una especie de catarsis en el niño que se quitaba de encima el miedo. Creo que aquí estos manifestantes ejemplifican muy bien esto a nivel mundial. Aquí también tenemos nuestros monigotes del pim-pam-pum, que generalmente es el papel que hacen los políticos, a los que los ciudadanos les pueden tirar simbólicamente piedras, y así quedan como exorcizados y se sumergen en un proceso de catarsis. La imagen es muy buena porque además en medio de los monigotes del pim-pam-pum hay una especie de pira de dinero, de dólares, que no se sabe muy bien si forma parte del plan de rescate mundial o del plan de atraco mundial en el que estamos en estos momentos inmersos.