Rafael Argullol
Delfín Agudelo: Se trata de la vejez magnífica de Rita Levi-Montalcini, premio Nobel de medicina, en su última visita a Madrid.
R.A.: Yo creo que esta imagen tiene una capacidad extraordinaria para explicar diversas cosas. Una, la dignidad que puede tener el ser humano a los cien años, porque ella está a punto de cumplirlos. Dos, una expresión en los ojos que parece en cierto modo sintetizar todo ese siglo que ha vivido. En tercer lugar también me gusta muchísimo cómo en esa fragilidad que se explicita en la fotografía, hay atrapada una fortaleza desbordante. Y por último creo que es una imagen que ilustra algo que ha defendido siempre Rita Levi-Montalcini, y es que la vida es tan fuerte y tan importante que no puede quedar exclusivamente enclaustrada en el pequeño margen de un cuerpo. Si alguna imagen viene a ilustrar este principio de la doctora Levi-Montalcini es la suya propia, porque efectivamente parece que desde esa debilidad o fragilidad casi etérea, de una ligereza de pluma, Rita Levi-Montalcini domina un panorama vastísimo de vida que en efecto no puede quedar circunscrito a los puros límites de la piel, y tampoco a los puros límites cronológicos de lo que acostumbramos a llamar vida. La propia Levi-Montalcini lo ha descrito de manera maravillosa al afirmar: "Lo importante es la forma en que hemos vivido y el mensaje que dejamos. Eso es lo que nos sobrevive. Eso es la inmortalidad."