Rafael Argullol
Rafael Argullol: Pero en cambio Dios, en cuanto a ser autosuficiente, es incapaz de amar: para que haya amor tiene que haber caída, y tiene que haber castigo.
Delfín Agudelo: En este sentido, quien ama busca librarse así sea momentáneamente del castigo, pero lo hace sabiendo que el acto que depura puede traer consigo mismo otro castigo monstruoso: el del desamor.
