Rafael Argullol
La batalla postrera
se librará en el campo de los símbolos.
La esfera engullirá al cubo.
La línea se curvará
hasta rendirse al círculo.
La recta, la dura recta,
aún impregnada de sangre y sudor,
de esperma y lágrimas,
entregará sus armas
ante la circunferencia perfecta,
la imagen inédita que contemplarán los hombres,
y asimismo su última visión sobre la Tierra.