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Un modelo

Por 19 de mayo de 2015 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Las sociedades de transición son instructivas. Domina en ellas con fuerza todo lo que las ha conducido a la ruina, pero todavía no se divisa lo que va a sustituirlo. Ejemplo clásico fue la República de Weimar, periodo de entreguerras en el que Alemania se hundió en el caos y del que emergió disparada por la tiranía nacional socialista.

En esos periodos de naufragio y corrupción suelen darse escritores de gran interés: han de ser testigos del horror y mantener, sin embargo, la dignidad de la escritura. No hay caso mayor de lucidez en medio del caos que el atormentado Joseph Roth, el más radical de aquella pléyade de artistas centroeuropeos, muchos de ellos judíos, hoy casi olvidados. Murió en 1939, en su exilio parisino, a los cuarenta y cinco años de edad, destruido por la desesperación, el agotamiento y el alcohol.

A pesar de que la sociedad germana estaba pidiendo a gritos el panfleto, el libelo, una escritura al servicio de la política inmediata, nunca abdicó. Sabía que la literatura política carece de raíces y no tiene recorrido. Sólo la leen los fanáticos y los ignorantes. Sus novelas son un prodigio de exactitud moral sin renunciar un ápice al gran estilo. Por eso hoy las leemos como si fueran actuales. De hecho, son actuales.

Su traductor habitual, el excelente escritor Eduardo Gil Bera, ha editado una biografía de Roth, "Esta canalla de literatura", que es también una antología de su mejor prosa en aquellos años durante los cuales trató de respirar y se ahogó en alcohol. Años en los que ni siquiera se engañaba sobre sus hermanos: "Los judíos ricos alemanes pensaron, al principio, que Hitler sólo se refería a nosotros, los judíos orientales". Es decir, a los pobres. Los nazis no matizaron: Roth tenía parientes ricos. Todos fueron asesinados. Conviene leer a Roth ahora que algunos exigen una nueva transición.

Artículo publicado en El País. 

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Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

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