Skip to main content
Blogs de autor

¿Para qué sirve una momia?

Por 1 de marzo de 2006 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Hace pocos meses la prensa internacional daba una noticia que afectaba al mundo de la música clásica. Muy rara vez los periodistas consideran que la música seria puede interesar a la gente que lee diarios, pero en esta ocasión la razón era de peso: un desconocido había pagado dos millones de dólares por un manuscrito de Beethoven.

Sin embargo, ni siquiera se trataba de una obra fundamental, sino de la transcripción para piano a cuatro manos de la “Gran Fuga” Op.133 para cuarteto de cuerda. ¿Por qué alguien pagaba tan descomunal cantidad por una tarea de aliño? Es como pagar una traducción al precio del original.

El musicólogo Alex Ross logró permiso para examinar el manuscrito durante media hora y se quedó helado. Es mucho más que un mero resumen para interpretar en casa. Los cambios que introduce Beethoven ayudan a comprender los últimos y decisivos años del músico más radical de la historia. Según Ross, a pesar del tremendismo de la Gran Fuga, es posible que siga el modelo de la ópera bufa de Rossini. Las variantes de la transcripción lo confirmarían. El trascendentalismo que se le atribuye puede ser un fiasco.

El hallazgo de este tipo de documentos nos ayuda a entender lo que debió de ser, en la época del humanismo, la aparición de una nueva tragedia de Sófocles o de un diálogo desconocido de Platón. Nuestro relato imaginario de la vida humana sobre la tierra gana de pronto un nuevo capítulo, incorpora un personaje inesperado, complica el argumento, enriquece el relato o lo ensombrece.

Algunos diálogos de Platón se descubrieron en los papiros que envolvían a las momias egipcias de la época alejandrina. Aquellas hojas tan astringentes eran las más indicadas para amortajar. Los incomprensibles signos que las cubrían añadían un toque mágico a la operación de embalsamar.

Las momias guardaron aquel secreto del espíritu en sus gélidas celdas hasta que al cabo de muchos siglos volvieron al mundo e iluminaron a los más encendidos espíritus del Renacimiento. Desde sus tumbas, las voces de los muertos lanzaron su antiguo verbo hasta fundirlo con la poesía de Shakespeare.

El manuscrito de Beethoven ha aparecido en un cajón almacenado junto a miles de papeles inútiles en un Seminario Teológico de Filadelfia.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu