Skip to main content
Blogs de autor

Amarrado al duro banco (Góngora)

Por 10 de noviembre de 2008 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Alguno de mis amigos es todavía comunista. Cuando Bush empezó a nacionalizar bancos, estaba eufórico. ¡Por fin triunfaban las tesis socialistas! ¡El Estado estaba humillando al mercado! ¡Era el comienzo del fin del capitalismo! En realidad, uno diría que parece todo lo contrario: la demostración de que en el mundo de los privilegiados los organismos financieros son todopoderosos y en el de los desfavorecidos gerencian la carnicería. El grupo de banqueros de Wall Street sólo tuvo que descolgar el teléfono y dictarle a Bush lo que tenía que hacer: "Querido, que nos nacionalices un ratito". Colgaron y se fueron al hotel más caro de los EE UU para celebrarlo. Está documentado.

/upload/fotos/blogs_entradas/zapatero_anuncia_nuevas_medidas_para_ayudar_a_las_familias_hipotecadas_y_reactivar_el_empleo_med.jpgCada día que pasa, Rodríguez Zapatero lanza una sarta de medidas, dice, para ayudar a los más pobres. Por fortuna hay analistas que no se dejan llevar al huerto. Si ustedes leen el blog de García Montalvo (y si no lo hacen, allá ustedes), sabrán lo que se esconde detrás de cada benéfica medida. Copio el comienzo del 3 de noviembre, cuando la prensa subvencionada cantaba el progresismo de las últimas novedades:

"Tengo que reconocer que las medidas anunciadas hoy son una jugada maestra. Inicialmente pensé que simplemente eran medidas para evitar que los desempleados perdieran sus viviendas. Pero cuanto más lo pienso más creo que ese no es el objetivo último. Me da la impresión de que se trata de una forma increíblemente imaginativa de mantener bajo el coste de la financiación de los bancos y cajas de ahorros."

Viene luego el razonamiento de este raro catedrático de economía que al parecer no ambiciona la Creu de Sant Jordi o una poltrona en la capital. Y la conclusión es simplísima: el gobierno de Zapatero no está ayudando a los pobres, sino obedeciendo a la banca. De hecho, las medidas adoptadas habrán sido calculadas por los gabinetes técnicos de algún banco, esos servicios de donde han salido casi todos los ministros socialistas de cierta entidad. Supongo yo que sólo por esa razón el PP los bendice. Al fin y al cabo tienen el mismo dueño.

Artículo publicado en: El Periódico, 8 de noviembre de 2008.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu