Edmundo Paz Soldán
American Movie Chanel, dedicado a películas clásicas, solía ser el canal preferido de nuestros padres y abuelos. Algo cambió con Mad Men: el canal demostró que podía crear una serie original con la calidad de las de HBO. Ahora, con Breaking Bad, está claro que Mad Men no fue una anomalía. Si la serie Weeds ya se interesó por explorar la relación entre la clase media respetable y las drogas (la televisión ha llegado algo tarde a mostrar que no todos los que se dedican al narcotráfico en los Estados Unidos son pandilleros desalmados y/o negros/latinos con mucha mala leche), Breaking Bad profundiza en lo mismo: esta vez, el hombre que se armará un laboratorio ilegal para la producción de droga es un profesor de Química de colegio, desesperado porque le acaban de avisar que tiene una cáncer terminal, y, ya saben, las deudas, los deseos de dejar a la familia con un cómodo futuro económico… El tono de Weeds es cómico-satírico; Breaking Bad es dramática, comienza muy en serio y poco a poco se decanta por el delirio total: Kerouac pasado por Hunter Thompson. Bryan Cranston es notable en el papel del maestro Walter White.