Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Feliz descabello

El Parlamento de Cataluña ha dado el descabello a la fiesta taurina. Estaba muerta ya en Cataluña y en el deseo de algunos lo estará a plazo en toda España. En pocas ocasiones las instituciones del autogobierno catalán han merecido tanta atención y han recibido tantos ataques. La ocasión lo merecía: que Barcelona, histórica capital taurina, vaya a prohibir los toros, la ?fiesta nacional?, no puede ser leído en todo el mundo más que como un serio revés para el espectáculo. Algunos dentro y fuera proyectarán sin remedio la interpretación nacionalista de unos y de otros, sobre todo después de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán. Pero la realidad es mucho más simple: ha sido fruto de una iniciativa popular, que ha exigido una compleja recogida de firmas; ha dado pie a un riquísimo debate, en el que todas las posiciones han podido expresarse y deliberar libremente; y al final los diputados catalanes han podido votar, con la peculiaridad de que los dos partidos mayores, CiU y PSC, les han dado libertad de votos, que han ejercido responsablemente.

Si algo ha quedado perfectamente avalado en todo este proceso ha sido el buen funcionamiento de la democracia en la España de las autonomías, donde las comunidades autónomas tienen competencias y capacidad de autogobierno suficientes como para llegar a tomar una decisión como ésta, juzgada de gran gravedad para una parte importante de la opinión pública española, hasta el punto de que algunos la identifican con la ruptura de España o como un ataque a sus esencias. Nadie impide a los taurófilos que promuevan una nueva iniciativa popular para legalizar de nuevo la fiesta y que intenten alcanzar una nueva mayoría en su favor en el futuro parlamento que saldrá de las urnas en las elecciones del próximo otoño. Los partidarios de mantener las corridas en Cataluña tienen muchas e incluso algunas buenas razones. Entre ellas, que no hacía falta una iniciativa de este tipo para que la fiesta corriera hacia su extinción en Barcelona, la única ciudad catalana donde todavía se celebran corridas. Pero el aprovechamiento político del envite ha permitido escuchar argumentos muy distintos, que responde a un preocupante resquemor frente a las instituciones democráticas. Los parlamentos son al parecer buenos cuando sus grupos votan disciplinadamente a los partidos que previamente han cocinado las leyes y las votaciones. Las autonomías tampoco están nada mal cuando sirven para dejar las cosas tal como son en el conjunto de España, sin salirse del carril de lo normal y lo correcto. Y las iniciativas populares, naturalmente, también son buenas cuando sirven a los intereses de los guardianes sempiternos de la moral. No me gustan los toros y prefiero no escribir los adjetivos que me vienen a la cabeza para expresar el disgusto que me produce el espectáculo. Tampoco considero que sea muy feliz legislar sobre esta materia. Pero respeto una iniciativa popular capaz de conseguir sus objetivos, como ha sido la de los abolicionistas. Y aplaudo calurosamente esta otra fiesta nacional, incruenta y civilizada, que nos ofrece el autogobierno catalán amparado constitucionalmente en la democracia española.

Leer más
profile avatar
28 de julio de 2010
Blogs de autor

o un vicio absurdo

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos?Vendrá la muerte y tendrá tus ojos-esta muerte que nos acompañade la mañana a la noche, insomne,sorda, como un viejo remordimientoo un vicio absurdo-. Tus ojosserán una vana palabra,un grito acallado, un silencio.Así los ves cada mañanacuando sola sobre ti misma te inclinasen el espejo. Oh querida esperanza,también ese día sabremos nosotrosque eres la vida y eres la nada.Para todos tiene la muerte una mirada.Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.Será como abandonar un vicio,como contemplar en el espejoel resurgir de un rostro muerto,como escuchar unos labios cerrados.Mudos, descenderemos en el remolino.  CESARE PAVESE Versión de Carles José i Solsora Óleo de Lucio Fontana

Leer más
profile avatar
28 de julio de 2010
Blogs de autor

III. El beso de la reina

Y en eso ocurrió el milagro. Unos dedos golpearon con premura el vidrio de la cabina de transmisión, y aquella dama elegante detrás del vidrio, sin esperar respuesta ni permiso, entró rauda, nos envolvió en los efluvios de su perfume, ocupó uno de los asientos alrededor de la mesa, acercó con delicadeza el micrófono que tenía enfrente, y dijo, con inconfundible acento cubano, que mientras conducía su carro por Coral Way, venía escuchando el programa y oyó las cosas lindas que yo estaba diciendo, y que se había acercado a darme un beso, en recuerdo, además, de la vez que había estado en Managua en los años sesenta para cantar en la inauguración de un club nocturno.

 Y yo tardaba en acatar quién era aquella mujer tan dueña de sí misma y tan dueña del estudio al que entraba como a su casa, hasta que el conductor del programa empezó a llamarla Olga, y yo caí entonces en la cuenta de que aquella voz mágica, de estremecerse al oírla, era su voz, una voz que me hablaba desde la memoria, desde las roconolas de los bares, desde los tocadiscos de las fiestas juveniles, desde la radio encendida hasta altas horas de la noche en mi pieza de estudiante en León. La voz de la reina del bolero. La voz de Olga Guillot.

Entonces, la reina se quedó en el estudio con nosotros, y el programa derivó hacia la música, hacia el bolero, hacia sus canciones, Tú me acostumbraste, La noche de anoche, La gloria eres tú,  que yo le iba enumerando, y convertido en entrevistador entusiasta suyo le hice no pocas de las preguntas que siempre quise hacerle desde los tiempos en que le hablaba en sueños, que es como uno le habla a las diosas del Olimpo.

Nos reímos mucho, y bromeamos, como si nos conociéramos desde siempre, y el beso que me dio era un premio inesperado, y al volver al hotel en Coconut Groves qué otra cosa iba a decirle a Lichi sino: de lo que te perdiste, compadre.

Leer más
profile avatar
28 de julio de 2010
Blogs de autor

El fútbol

Escribí hace años un libro sobre el fútbol (El fútbol: mitos, ritos, símbolos. Alianza Editorial) con la intención de tratar de explicarme por qué a los seguidores de un equipo nos influyen tanto sus victorias y sus derrotas. Ahora, durante el tiempo en que se ha celebrado este Mundial, no son sólo los seguidores de un equipo particular sino los patriotas apegados a la  selección nacional  han vivido  con  tanto énfasis su  éxitos o sus fracasos  que la magia de esa gran explosión y gran depresión queda todavía por entender. Yo escribí entonces y lo he hecho muchas veces más ofreciendo teorías de todo tipo pero llego al día de hoy en que todo lo dicho -por mí y por los demás-  me parece del todo insuficiente para dar cuenta de lo que verdaderamente pasa.

Lo que pasa es tan exageradamente emocional y colectivo, contagioso y simbólico, que la vida, el mundo toma un aspecto u otro si  gana o pierde el equipo. Y no sólo el mundo exterior se altera violentamente sino la vida interior, la creencia en el destino personal y todo eso.

De los maltratos a niños, mujeres, ancianos o animales tiene responsabilidad el fútbol, de las actitudes afectivas bondadosas y altruistas  tiene responsabilidad el fútbol. Ser un apasionado seguidor de un equipo (no un simple aficionado) es equivalente a sumergirse en una atmósfera emocional de reacciones extremas. Y no se diga ya cuando esa integración  se potencia con el nacionalismo salvaje.

Ha terminado el Mundial y todo regresa casi de golpe a lo que era. Simplemente, los partidos han cesado y con su ausencia reaparece una cotidianidad demasiado mediocre, mala o buena, más bien mala que buena y, encima, experimentándola a solas, sin el clamor del estadio, las calles, los campos, las azoteas, el corazón multiplicado por millones de corazones multiplicados.

Leer más
profile avatar
28 de julio de 2010
Blogs de autor

Julien Gracq, 100 años

Julien Gracq El día de hoy, 28 de julio de 2010, el narrador francés Julien Gracq hubiera cumplido cien años. Manuel Rodríguez Rivero lo recuerda así:

Al igual que Ernst Junger -cuyo En los acantilados de mármol (1939) leería con entusiasmo- su literatura apostaba por profundizar en una tradición a la que sus contemporáneos habían dado bruscamente la espalda. En su primera novela aparece también otra constante gracquiana: la naturaleza como fuerza misteriosa, ineluctable y moldeadora, lo que la convierte en personaje fundamental de sus ficciones. En 1951 publicaría -con bastante más éxito- El mar de las Sirtes (Nuevas Ediciones de Bolsillo), su novela más conocida: una extraña y, a menudo, exasperante narración en la que ?pasa? muy poco, y cuyo universo mítico e inmóvil, sus ?espacios dormidos? y su clima de permanente expectativa y angustia la emparentan retrospectivamente con El desierto de los tártaros (1940), de Buzzati. Un aspecto esencial de la trayectoria de Gracq fue su oposición radical al espectáculo y la parafernalia contemporánea de la literatura. Perpetuamente fiel a su editor y amigo, José Corti (en cuya página web hay una sección dedicada al escritor), rechazó el Goncourt -no conozco otro caso- que se le concediera en 1951 por El mar de las Sirtes,alegando que los premios eran más ?una cuestión de librerías que de literatura?. En su vibrante panfleto La littérature à l?estomac (1948; traducido en Nortesur como La literatura como bluff) arremete contra los premios literarios, el vedetismo de los escritores, obligados ?como animales de feria? a hacer labores que antes correspondían al editor, y las imposturas de los críticos. Como en otras muchas cosas, también en esto Gracq se adelantó a su tiempo. Aunque tuviera su mirada puesta en un mundo que ya había dejado de existir.

Leer más
profile avatar
28 de julio de 2010
Blogs de autor

Ryu Murakami solo en iPad

Ryu Murakami desconfía del formato impreso Y sucedió lo que tenía que suceder. Finalmente, un autor serio y vendedor ha decidido que su nueva novela solo se venderá en soporte digital, más específicamente por medio de iTunes y para el iPad (buen gusto). Se trata del escritor japonés Ryu Murakami (¿recuerdan Azul casi transparente?) y la novela  A Singing Whale que, además, tendrá soporte multimedia pues vendrá con soundtrack del no menos famoso Ryuichi Sakamoto. ¿Cuántos seguirán su ejemplo? Robert McCrum, en The Guardian, anuncia la estampida:

Murakami?s move is something else, however, a highly significant defection to the enemy. Although not as well known as his celebrated namesake Haruki, the author of Norwegian Wood and The Wind-Up Bird Chronicle, Ryu Murakami is an important literary figure in Japan, a serious writer with a serious career and readership. If he is tearing up the contract by which publishers worldwide do business and reaches a bigger, better audience through the iPad, what next? What copycat stampede might not his example inspire among other writers?

¿Fin de la historia del libro impreso? ¿O comienzo de una historia nueva? Como dice McCrum, la versión digital de los libros no lo es todo. Aun hay mucho pan (y muchos intereses) por rebanar. Vale la postura del otro Murakami, en todo caso, como disparador de nuevas relaciones entre autores y lectores.

Somewhere between the inanities sponsored by Google and the wisdom of Murakami there?s some stodgy middle ground where the steady application of scholarly logic to the culture of the book in the age of digitisation is yielding dividends. Consider, for instance, the Parker Library of Corpus Christi College, Cambridge. This fabulous collection holds some of the manuscript treasures of English literature, one of the first versions of the Anglo-Saxon Chronicle, and a very early edition of Chaucer?s Troilus and Criseyde. For several years, Cambridge and Stanford universities have been collaborating to digitise these texts for the benefit of all. Now, scholars across the world can access these treasures at the click of a mouse, inspecting them more thoroughly than if they were in the Parker Library. End of story? Well, no. I hear that one unintended consequence of this unique scholarly programme might be to intensify academic interest in the manuscripts themselves. Apparently, the electronic (and almost free) version is not enough. Mr Murakami, take note.

Leer más
profile avatar
27 de julio de 2010
Blogs de autor

Recuerdos de Feria.- Pola Oloixarac se reencuentra con una…

Recuerdos de Feria.- Pola Oloixarac se reencuentra con una familiar suya peruana. Presentación de la edición peruana de Las teorías salvajes, por Estruendo Mudo. Esa noche el editor Alvaro Lasso se llevó un curioso elogio: ?Es mi primer editor de la clase trabajadora?. Aclaró luego Oloixarac que se refería a que es el primero que habla de libros, que vive entre libros, un obrero editorial y no un intelectual refinado como la mayoría de editores independientes que ha conocido. Me pregunto si los editores independientes de Entropía (Argentina) y Alpha Decay (España), que han editado su libro en sus respectivos países, tendrán objeciones.

Leer más
profile avatar
27 de julio de 2010
Blogs de autor

Fuera de casa con Gamero

 

 

La cosa se pone fea. Se siguen muriendo los mejores. Y lo que es peor, los últimos de una memoria, de un país, de una ciudad, muchas ciudades, que se evaporan mientras sus cenizas se esparcirán por la barra de algunos bares. Antonio Gamero, que no era un joven, que no lo fue ni en edad de merecerlo, era uno de los últimos conocedores de la ciudad como barra abierta y con música de jazz de fondo. Cuando muy jóvenes nos colábamos en el viejo, prehistórico, whisky jazz de Madrid- al piano Tete Montoliú, al vibráfono Lou Bennet- Gamero ya estaba de vuelta. Sin duda uno de los mejores conocedores de la historia, casi secreta, del jazz en nuestro país.

Y luego estaba lo del cine. Una forma no muy molesta de ganarse la vida. Casi siempre se interpretaba a sí mismo con distintos papeles, en distintas épocas y con diferentes directores. Fue actor fetiche, y amigo, de José Luis García Sánchez, pero era un perfecto personaje de Berlanga, aunque trabajaran poco y no muy bien. Gamero era un berlanguiano en estado de calle y normalidad. No le hacía falta guión, ni historia. Un gran interprete de sí mismo. Y un crítico feroz de casi todos. Le gustaban muy pocos, y casi nunca lo reconocía. Un inteligente cascarrabias. Un sabio en cuestiones de jazz, historia del cine, supervivencia en bares y un maestro en saber pagar lo justo, incluso un poco menos.

Con él hemos disfrutado muchas noches, algunos días, en San Sebastián o en el barrio del Retiro, en Huelva o en Huesca. Era un seguro de inteligencia, de chulería culta, de ingenio izquierdista y de bon vivant, no importa con qué whisky o con que foie. Exquisito y tabernario, degustador de escabeches y experto en setas, amigo del caviar y del bocata de sardinas, conocedor de la vida como barrio. Le debo unas cuántas cosas- menos dinero, bastantes cosas- una de las más conocidas es que de su famosa frase: "Como fuera de casa en ninguna parte", hice principio, filosofía y título de una columna que tuve unos años en "El País". Nos falta Gamero, nos faltan otras cosas, pero esta noche nos vuelve a servir de excusa para tener que salir de casa y hacer un brindis en algunas barras que yo se me. Y con el fondo de Miles Davis, que quisimos tanto, que seguiremos queriendo, incluso sin Gamero. Qué putada.

Leer más
profile avatar
27 de julio de 2010
Blogs de autor

El mal y la impotencia de los buenos sentimientos

En un artículo de opinión publicado en El País, Carmen Chacón y Felipe González lamentaban la proliferación de "groseras" reivindicaciones económicas por parte de regiones septentrionales, quejosas ante un pretendido parasitarismo de las meridionales, y que serían contrarias a una tradición progresista de solidaridad inter-territorial, implicando en definitiva   que el modelo Padania se generaliza y suplanta a lo que otrora tomaba forma de reivindicación cultural y lingüística.

El argumento sería más convincente si los autores abordaran las causas de que ello sea así, y que no son otras que la imposibilidad de que el sistema económico-político universalmente imperante posibilite  la menor sombra de fraternidad entre pueblos. Citaré un párrafo de lo que yo mismo escribía a propósito de la inmunda causa de la Padania hace unas semanas en este mismo foro:

"Lejos quedaron los tiempos en que el Norte, a través de los ojos lúcidamente militantes del Visconti de La Terra Trema, se acercaba al Mezzogiorno de los pescadores de Aci Trezza  a fin de entender y denunciar  las razones contingentes de su  postración económica para mejor captar las formas de organización de la  vida cotidiana y la dignidad en la confrontación de aquellos hombres con la naturaleza, que hacían de aquel  pueblecito meridional el espejo de una  arcaica y profunda civilización. Cierto es que larelación de fuerzas permitía apostar a la idea de que el hombre estaba abocado a un destino trágico, pero no a un destino miserable. De aquella disposición de espíritu no queda ya rescoldo, y así el sálvese quien pueda se convierte en lema de  individuos  y de  pueblos".

Nada extraño pues- por ceñirme a nuestro país- en que la relación entre quienes se sienten españoles y quienes se sienten ante todo catalanes,  envenenada por columnistas  de Madrid que tildan  a Montilla de "charnego acomplejado" y lacayo de los nacionalistas, tenga contrapunto en  una cronista barcelonesa que  se refiere a  Cataluña como  a la "vaca que todo el mundo ordeña", víctima de "los vampiros que nos rondan"; nada extraño en que a la par que el concepto de España vuelve en ciertos periódicos a adoptar connotaciones que siempre dieron miedo al propio pueblo español)  en las declaraciones de nacionalistas  catalanes se intercalen declaraciones despectivas que aluden a los trabajadores del campo andaluz o extremeño   como parásitos subvencionados  de los que conviene despegarse por ser una rémora en la lucha por abrirse paso, en la brutal competición que hoy enfrenta a individuos, culturas, lenguas, y naciones (con estado y sin estado).

A este fétido estado de cosas no se escapa con sermones ni buenos sentimientos. Habrá fraternidad entre pueblos cuando la máxima subjetiva de la acción política vuelva a incluir objetivos de universal liberación, cuando la causa del hombre (abstracta si no plantea las condiciones sociales de posibilidad de realización de la naturaleza humana) vuelva a ser simplemente la causa final. Mientras tanto sólo cabe esperar la escapatoria individual y el desprecio a los que queden rezagados.

Leer más
profile avatar
27 de julio de 2010
Blogs de autor

La cultura: 6 ítems de MVLL

Un artículo de Mario Vargas Llosa absolutamente imprescindible, que no dejo de leer una y otra vez, es el que aparece en el último Letras Libres acerca de la cultura. ?Breve discurso sobre la cultura? es el título y contiene todos los dones que le conocemos a Vargas Llosa: síntesis, lucidez, culto, anecdótico y escrito de manera extraordinaria.  Imposible resumir un artículo tan lleno de ideas. Dejo aquí cinco ítems, cinco subrayados, que me interesaron especialmente.

high & low.- No hay que confundir la clasificación hecha por Bajtín y otros críticos literarios de estirpe sociológica ?cultura oficial y cultura popular? con aquella división que desde hace mucho existe en el mundo anglosajón, entre la high brow culture y la low brow culture: la cultura de la ceja levantada y la de la ceja alicaída. Pues en este último caso estamos siempre dentro de la acepción clásica de la cultura y lo que distingue a una de otra es el grado de facilidad o dificultad que ofrece al lector, oyente, espectador y simple cultor el hecho cultural. Un poeta como T.S. Eliot y un novelista como James Joyce pertenecen a la cultura de la ceja levantada en tanto que los cuentos y novelas de Ernest Hemingway o los poemas de Walt Whitman a la de la ceja alicaída pues resultan accesibles a los lectores comunes y corrientes. En ambos casos estamos siempre dentro del dominio de la literatura a secas, sin adjetivos. Mikail Bajtin.-  Bajtín y sus seguidores (conscientes o inconscientes) hicieron algo mucho más radical: abolieron las fronteras entre cultura e incultura y dieron a lo inculto una dignidad relevante, asegurando que lo que podía haber en este discriminado ámbito de impericia, chabacanería y dejadez estaba compensado largamente por su vitalidad, humorismo, y la manera desenfadada y auténtica con que representaba las experiencias humanas más compartidas. De este modo han ido desapareciendo de nuestro vocabulario, ahuyentados por el miedo a incurrir en la incorrección política, los límites que mantenían separadas a la cultura de la incultura, a los seres cultos de los incultos. Hoy ya nadie es inculto o, mejor dicho, todos somos cultos. Basta abrir un periódico o una revista para encontrar, en los artículos de comentaristas y gacetilleros, innumerables referencias a la miríada de manifestaciones de esa cultura universal de la que somos todos poseedores, como por ejemplo ?la cultura de la pedofilia?, ?la cultura de la mariguana?, ?la cultura punqui?, ?la cultura de la estética nazi? y cosas por el estilo. Ahora todos somos cultos de alguna manera, aunque no hayamos leído nunca un libro, ni visitado una exposición de pintura, escuchado un concierto, ni aprendido algunas nociones básicas de los conocimientos humanísticos, científicos y tecnológicos del mundo en que vivimos. Espacio común.-  Ese espacio común, que nunca se especializó, que ha estado siempre al alcance de todos, ha experimentado periodos de extrema complejidad, abstracción y hermetismo, lo que constreñía la comprensión de ciertas obras a una élite. Pero esas obras experimentales o de vanguardia, si de veras expresaban zonas inéditas de la realidad humana y creaban formas de belleza perdurable, terminaban siempre por educar a sus lectores, espectadores y oyentes integrándose de este modo al espacio común de la cultura. Esta puede y debe ser, también, experimento, desde luego, a condición de que las nuevas técnicas y formas que introduzca la obra así concebida amplíen el horizonte de la experiencia de la vida, revelando sus secretos más ocultos, o exponiéndonos a valores estéticos inéditos que revolucionan nuestra sensibilidad y nos dan una visión más sutil y novedosa de ese abismo sin fondo que es la condición humana. Michel Foucault.- No es arbitrario citar el caso paradójico de Michel Foucault. Sus intenciones críticas eran serias y su ideal libertario innegable.  Su repulsa de la cultura occidental ?la única que, con todas sus limitaciones y extravíos, ha hecho progresar la libertad, la democracia y los derechos humanos en la historia? lo indujo a creer que era más factible encontrar la emancipación moral y política apedreando policías, frecuentando los baños ?gays? de San Francisco o los clubes sadomasoquistas de París, que en las aulas escolares o las ánforas electorales. Y, en su paranoica denuncia de las estratagemas de que, según él, se valía el poder para someter a la opinión pública a sus dictados, negó hasta el final la realidad del sida ?la enfermedad que lo mató? como un embauque más del establecimiento y sus agentes científicos para aterrar a los ciudadanos imponiéndoles la represión sexual. Su caso es paradigmático: el más inteligente pensador de su generación tuvo siempre, junto a la seriedad con que emprendió sus investigaciones en distintos campos del saber ?la historia, la psiquiatría, el arte, la sociología, el erotismo y, claro está, la filosofía? una vocación iconoclasta y provocadora ?en su primer ensayo había pretendido demostrar que ?el hombre no existe?? que a ratos se volvía mero desplante intelectual, gesto desprovisto de seriedad. También en esto Foucault no estuvo solo, hizo suyo un mandato generacional que marcaría a fuego la cultura de su tiempo: una propensión hacia el sofisma y el artificio intelectual.

Edmund Wilson.- Yo no recuerdo que alguno de mis profesores de literatura me hiciera sentir que un buen libro nos acerca al abismo de la experiencia humana y a sus efervescentes misterios. Los críticos literarios, en cambio, sí. Recuerdo sobre todo a uno, de la misma generación de Lionel Trilling y que para mí tuvo un efecto parecido al que ejerció este sobre la profesora Himmelfarb, contagiándome su convicción de que lo peor y lo mejor de la aventura humana pasaba siempre por los libros y de que ellos ayudaban a vivir. Me refiero a Edmund Wilson, cuyo extraordinario ensayo sobre la evolución de las ideas y la literatura socialistas, desde que Michelet descubrió a Vico hasta la llegada de Lenin a San Petersburgo, Hacia la estación de Finlandia, cayó en mis manos en mi época de estudiante. En esas páginas de estilo diáfano pensar, imaginar e inventar valiéndose de la pluma era una forma magnífica de actuar y de imprimir una marca en la historia; en cada capítulo se comprobaba que las grandes convulsiones sociales o los menudos destinos individuales estaban visceralmente articulados con el impalpable mundo de las ideas y de las ficciones literarias. (?) En verdad, ejerció un magisterio mucho más amplio del que acotan los recintos universitarios. Sus artículos y reseñas se publicaban en revistas y periódicos (algo que un crítico ?deconstruccionista? consideraría una forma extrema de degradación intelectual) y algunos de sus mejores libros ?como el que escribió sobre los manuscritos hallados en el Mar Muerto? fueron reportajes para The New Yorker. Pero el escribir para el gran público profano no le restó rigor ni osadía intelectual; más bien lo obligó a tratar de ser siempre responsable e inteligible a la hora de escribir. Responsabilidad e inteligibilidad.- Responsabilidad e inteligibilidad van parejas con una cierta concepción de la crítica literaria, con el convencimiento de que el ámbito de la literatura abarca toda la experiencia humana, pues la refleja y contribuye decisivamente a modelarla, y de que, por lo mismo, ella debería ser patrimonio de todos, una actividad que se alimenta en el fondo común de la especie y a la que se puede recurrir incesantemente en busca de un orden cuando parecemos sumidos en el caos, de aliento en momentos de desánimo y de dudas e incertidumbres cuando la realidad que nos rodea parece excesivamente segura y confiable. A la inversa, si se piensa que la función de la literatura es sólo contribuir a la inflación retórica de un dominio especializado del conocimiento, y que los poemas, las novelas, los dramas proliferan con el único objeto de producir ciertos desordenamientos formales en el cuerpo lingüístico, el crítico puede, a la manera de tantos posmodernos, entregarse impunemente a los placeres del desatino conceptual y la tiniebla expresiva.

Leer más
profile avatar
27 de julio de 2010
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.