Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Evo en su laberinto

El No ha triunfado en el referendo llevado a cabo en Bolivia para decidir si Evo Morales podía volver a postularse en las próximas elecciones. Más allá del resultado, la foto que arroja el referendo es compleja: después de diez años de gobierno del MAS, se ha vuelto a esos tiempos de polarización y "empate catastrófico" a los que Evo debió enfrentarse cuando comenzaba su mandato.

            Quizás Evo se arrepienta de ese momento en que creyó que era una buena idea reformar una Constitución aprobada por su partido menos de una década atrás para que él y el vicepresidente García Linera pudieran intentar postularse por cuarta vez consecutiva. Pero, ¿quién podría haber imaginado este resultado? En las elecciones del 2014, Evo había logrado el 61% y su partido consolidaba una hegemonía nacional. La bonanza económica, el robusto crecimiento anual, la ausencia de una oposición viable, eran ideales para administrar la hegemonía e ir dejando el espacio necesario para la proyección de nuevos líderes al interior del partido.

            Evo no contaba con que en las áreas urbanas se vería su deseo de quedarse no como un gesto de desprendimiento necesario para profundizar el "proceso de cambio", sino como un burdo intento de perpetuar a una nueva élite política-económica en el poder (mucha gente le hizo observaciones atinadas al presidente; en otros volvió la lacra del racismo). Tampoco contaba con que las acusaciones de corrupción terminarían alcanzándolo a él, que siempre proyectó una imagen de gobernante impoluto. Si el caso del Fondo Indígena -un enorme desfalco con proyectos fantasmas-- golpeó al partido, el caso Zapata -la revelación de que una expareja de Evo, con quien había tenido un hijo ocho años atrás, era la lobista principal de un consorcio chino que recibió muchos proyectos del gobierno-- tiró al presidente por los suelos. Si la política es, sobre todo, la administración de las crisis, ni Evo ni su partido supieron enfrentarse a la avalancha de acusaciones de las últimas semanas: no dieron respuestas satisfactorias (hasta ahora no las dan), recurrieron al gesto soberbio del que se sorprende de que sus subordinados le pidan rendición de cuentas, e infantilizaron a la ciudadanía, agitando el fantasma de Estados Unidos como el culpable de los ataques. De paso, García Linera también debió admitir que mentía cuando decía que tenía licenciatura y posgrado en una universidad mexicana. Por esas mentiras caen gobernantes en otros países.

            Así llegamos a esta resaca post-electoral, con un presidente dolido al constatar que ya no lo quieren tanto como antes y un país que vuelve a la división campo/ciudad. No todo está perdido: Evo y el MAS tienen tres años y medio para reconducir el "proceso de cambio" y hacer la revolución ética que se les reclama; la oposición debe reinventarse y articular un proyecto de país que seduzca a la gente; muchos ciudadanos, tan políticamente activos hoy, tan vigilantes con la corrupción, deben enfrentarse a la vieja herencia racista. ¿Aprenderemos la lección?

 

(El País, 23 de febrero 2016)

 

Leer más
profile avatar
27 de febrero de 2016
Blogs de autor

¿Puede lo destruido por el ISIS volver a la vida?

Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas ciudades europeas reconstruyeron sus centros históricos, sus catedrales y sus palacios piedra a piedra, para que se vieran como si los bombardeos nunca los hubieran tocado. Fue una laboriosa y fascinante tarea de reparación emprendida unos años después del final del conflicto.

Pero esta época es mucho más confusa y mucho más rápida que aquella: ahora las reconstrucciones se llevan a cabo en medio de la guerra, en plena destrucción, siguiendo los pasos de los demoledores de la memoria.

La artista iraní Morehshin Allahyari lidera unl proyecto artístico, político y tecnológico: recuperar las obras antiguas destruidas por el Estado Islámico a medida que avanzan las huestes de Daesh por los desierto se Siria e Irak. El proyecto se llama “Material Speculation: ISIS”

Para ello reconstruyen las esculturas recién demolidas diseñándolas por ordenador para posteriormente imprimirlas en 3D. Como es arte digital que corporiza una máquina, se pueden imprimir cuantas veces se quiera.

Por ejemplo, la foto que acompaña esta noticia muestra la resurrección de una estatua de la era Romana del Rey Uthal de Hatra, obra que fue destruida por Estado Islámico hace un año.

¡Ojalá se pudiera volver a la vida a los “herejes” decapitados, a las mujeres lapidadas, a los homosexuales arrojados desde terrazas! El primero que reviviría yo sería el valiente arqueólogo Khaled al-Asaad, torturado y asesinado por negarse a revelar el sitio de los tesoros del sitio de Palmira. Ni la más avanzada tecnología es todavía capaz de revertir esos horrores.

Con la recreación de estatuas como la del Rey Uthal, el grupo de Morehshin Allahyari espera “reparar la historia y la memoria”, porque el proyecto “va más allá del gesto metafórico”. Cada escultura guarda en su interior un lápiz USB. “Como cápsulas de tiempo, estos objetos están sellados y guardan el pasado para las generaciones futuras”. Los lápices de memoria incluyen imágenes, mapas de dónde se construyeron y destruyeron los objetos, archivos PDF y videos.

Esta alianza de arte, lucha contra el olvido y tecnología de impresión 3D es el último de los instrumentos de la lucha por la memoria y contra el fanatismo destructor. Lo único que falta es que en esta Europa pusilánime, estas estatuas de cuerpos libres de pecado no se tapen después al paso de los clérigos con petrodólares.

Leer más
profile avatar
26 de febrero de 2016
Blogs de autor

Voluble

 

Conocí a Vera Istán Vozlatino en la bolera de la calle setenta y dos. Vestía chándal color frambuesa, gorra del Sleeper Club y deportivas Julián Mamerto cinco estrellas. Nos caímos bien. La segunda noche, aparcados en el callejón del Viento, cercano a su domicilio, le confesé que la amaba, y ella sacó la multiusos y segmentó mi miembro en un abrir y cerrar de ojos. Pasaron años, iba ya por la octava operación y empezaba a desesperar, las cicatrices seguían escupiendo pus y sólo reteniendo la orina durante dos semanas conseguía una erección satisfactoria. Salía de la clínica Altea, y allí estaba ella, en la acera, acompañando a un hombre que pudo ser mayor y que ahora era un despojo tirado sobre una silla de ruedas. Me abrazó. Se mostraba arrepentida. Con un gesto rápido, nervioso, típico en ella, se apartó, soltó el freno de la silla de ruedas, la empujó para que rodara calle abajo, abrió el bolso, y me entregó un tarro de pegamento Larios. “Lo pega todo”, dijo, divertida, casi alborozada, mientras se colgaba de mi brazo derecho e iniciábamos la búsqueda de una buena tratoría. Le encanta la comida italiana.

 

Leer más
profile avatar
25 de febrero de 2016
Blogs de autor

Instrucciones para no vivir en Estados Unidos

Mi generación (la de los escritores nacidos en los sesentas en Iberoamérica) tiene, creo que por vez primera, una relación muy distinta con la Amerika (de Kafka y de todos los hombres. Los escritores latinoamericanos del llamado Boom necesitaron a la metrópoli del inglés, pero su llegada –o desembarco- vino precedido de los bombos y platillos de la mayoría de edad editorial que representaron sus novelas (Cien años de Soledad, La ciudad y los perros, Rayuela, La muerte de Artemio Cruz). Hoy sabemos que gracias a la amistad de Carlos Fuentes con Arthur Miller el PEN Club les acogió e hizo más fácil su llegada a puestos temporales, como profesores visitantes a las universidades norteamericanas. Mientras esto ocurría buscaban afanosamente ser traducidos y penetrar en el mercado en inglés. El fenómeno político, sin embargo, que hizo esto posible fue la Revolución Cubana (aunque después, bien o mal salvo García Márquez todos establecieran a partir del Caso Padilla una distancia o una ruptura con el régimen).

Hoy que algunos de los archivos han sido desclasificados sabemos por ejemplo de los líos de Fuentes con la CIA, de su apoyo a Vargas Llosa para presidir el Pen internacional, de las negativas de visas por el temor a la propagación del comunismo. Pero bien o mal todos llegaron. El caso de García Márquez es paradigmático ya que se trata del novelista iberoamericano más influyente después de Cervantes. Pero su influencia ocurrió en traducción.

Adam Thirwell en su espléndido The Delligthed States elabora una convincente teoría internacional de la novela y afirma, justamente, que se trata del único género literario que viaja por el mundo traducido (el mismo García Márquez leyó a Faulkner, su gran maestro, en español).

Mi generación en cambio en gran medida o vino a estudiar a Estados Unidos y se quedó o vino a dar clases y se quedó. El esfuerzo antológico del llamado grupo Mcondo (con Edmundo Paz Soldán y Alberto Fuget a la cabeza) y el Crack (con sus ahora dos manifiestos) aparecen en las mismas fechas. Pero son los primeros con su libro colectivo y con un posterior compilado por Paz Soldán (Se habla español) quienes mejor capturan el nuevo espíritu de los recién llegados.

Y aquí no hay revolución que los ampare. Se trata de otro fenómeno. Los nuevos escritores iberoamericanos y sobre todo latinoamericanos que vienen a Amerika (la de todos y la de Kafka) son profesores, tienen Green card. Aquí viven y trabajan y llevan a sus hijos a la escuela.

 Quiero decirlo de golpe: son migrantes.

Son latinos, son minoría. Algunos hispanic whites, otros no tan whites. No importa. La confusión es grande, se cree que lo latino es racial o étnico y no cultural y por ello la gran diferencia entre los antigos boomeros y los actuales crackeros o maconderos o simples y llanos escritores avecindados por estos lares (otros sin ciudadanía o residencia son simples Aliens, especies de marcianos mal llegados) es sutil pero brutal. Hoy el 91% de los libros editados en Estados Unidos son escritos originalmente en inglés (y por allí ya se cuela en la grande Junot Díaz o intrépidamente Daniel Alarcón, los dos en el idioma del imperio) y el 9% restante se lo reparten traducciones de todos los idiomas.

¿Qué le queda al español en este mísero mercado? Migajas. Y los libros editados en español originalmente apenas y se venden acá. Hay esfuerzos ingentes como la feria del libro en español de Los Ángeles (LéaLA) o la feria de Miami, en inglés con un componente modesto en español. Pero basta ir a la sección en español de un Barnes and Noble y después de los programas de Rosetta Stone encontrar el páramo de los escasos y consabidos libros que un hispanohablante puede encontrar. Dan ganas de llorar.

Muchos de estos profesores no vienen a dar las Charles Elliot Norton lectures a Harvard ni vienen como profesores visitantes distinguidos. Eso ya también ha cambiado. Dan clases de lengua. Se complican con el subjuntivo. Enseñan la diferencia entre ser y estar mientras ni están ni son. Mientras subsisten. Ya lo dije, son migrantes: hard workers de la academia. No hay el antiguo glamour. Ninguno es amigo del nuevo Styron ni cenan con Bill Clinton en Martha´s Vineyard. No. Cenan en Queens, en un fast food antes de irse, cansados, en el metro a sus casas, también modestas.

Nadie nos pela. No formamos parte del debate intelectual. Quizá publiquemos un Op-Ed en el New York Times o un artículo ocasional en The Nation o el Hufftington post, pero nada más. El migrante no existe, hay que recordarlo: recoge la basura, o cosecha las manzanas. O vota en las elecciones, cuando deja de ser el zombie.

 Pero luego regresa a su beatífico anonimato.

Y es que el exotismo ya no vende. Ser latinoamericano ya no es cool. Aunque Paz Soldán y cía. Pusieran en su cuarta de forros: “Se habla español tiene el aroma de french fries, el sabor a coca-cola y hamburguesas, pero también a nachos y salsa, a cortaditos y smoothies de mango-guayaba”, el hecho no importa”.

En el Spanish Harlem se comen tacos de nana, buche y nenepil, como si se estuviese en Tepito. En el sur del país se habla español como si se estuviese en cualquier país del otro lado del Río Bravo (¿O Grande, qué prefieren?), pero es el idioma de trabajo. No la lengua del imperio.

En su polémico libro Los Bárbaros, ensayo sobre la mutación, Alessandro Baricco ha hecho un escalofriante diagnóstico de la realidad del capitalismo voraz de nuestros días que se presta para rematar nuestro diagnóstico. Dice Baricco que todas las ciudadelas de la cultura y del saber han sido ya destruidas por los bárbaros, que todos somos mutantes, que nada vale por sí mismo, sino como valor de cambio. Que todo es mercancía y que no hay que llorar por eso. Pero la tesis del libro es muy precisa. ¿Cómo se llega a esto? Con la complicidad de una determinada innovación tecnológica, un grupo humano esencialmente alineado con el modelo cultural del Imperio accede a un gesto que le estaba vedado, lo lleva de forma instintiva a una espectacularidad más inmediata y a un universo lingüístico moderno y consigue allí darle un toque comercial asombroso. Lo mismo con el vino que con el fútbol o con los libros. El paso doble es paso triple: alineado con el modelo cultural del imperio, primer paso. Espectacularidad inmediata, segundo paso. Traducción a un universo lingüístico moderno dice él, fácil acoto yo, tercer paso. Y tan tan: el toque comercial asombroso (¿Junot Diaz como Pulitzer y luego como genius de la Mc Arthur Foundation?).

El silencio y el horror al vacío vuelven locos a los bárbaros y lo llenan con balbuceos sin sentido, porque se ha acabado el sentido mismo de final o de finalidad. Baricco, de nuevo, realiza el diagnóstico con precisión: lo que consumen los bárbaros son sólo secuencias de sentido que producen movimiento, secuencias de sentido cuyo sentido, sigo con la misma palabra, ha sido generado en otra parte. ¿Por qué funcionan libros como El Código Da Vinci o Crepúsculo o Harry Potter? Porque los códigos de interpretación del libro –sus instrucciones– están fuera del libro. Si alguien leía a Faulkner necesitaba, literalmente, toda la literatura para comprenderlo. Con Stephanie Meyer no es necesario, siquiera, haber leído un libro para utilizarla. De la misma manera en que no se necesitan conocimientos de enología para comprender y paladear un Cabernet de Robert Moldavi. Funcionan porque son libros que no son libros. Sirven porque son vinos que no son vinos.

Y aquí quería yo llegar. Toda la tesis de Baricco sirve para el diagnóstico que comparto ahora. No consumimos sentido (nada lo tiene ya), sino secuencias de sentido que producen movimiento.

No importa la película, de ella se sale para comprar el soundtrack, que tampoco importa, de él se sale para ir a Youtube a ver la entrevista con la actriz que tampoco importa, de ese clip se sale también para ir a… da igual.

Y eso es lo que le pasa al escritor iberoamericano hoy en Amerika (la de todos y la de nadie, ni siquiera la de Kafka), que da igual. Puede ir o venir, es lo de menos. ¡Incluso puede quedarse, que tampoco importa! No contribuye a otra cosa que al Producto Interno Bruto.

 ¿Necesitamos otra revolución, acaso, para ser vistos? Quizá, pero esa sería también intercambiable. La Primavera Árabe pronto se hizo Occupy Wall Strett, los Indignados de la Plaza del Sol pronto se convirtieron en los estudiantes griegos, Yo soy 132 hizo aguas antes de tiempo. En fin sólo son secuencias de sentido que producen movimiento aunque el movimiento mismo sea y esté vacío.

¿No era eso el Gran Circo de Oklahoma de Kafka? Pero claro, como en tantas otras cosas él lo entendió, aún sin haber viajado a Amerika. Todo el que busca trabajo lo encuentra allí, como si la demanda fuese infinita. ¡En el hipódromo de de Clayton hoy se contratará, desde las seis de la mañana hasta la medianoche, el personal para el teatro de Oklahoma! ¡El gran teatro de Oklahoma os llama! ¡ Y llama sólo hoy, sólo una vez! ¡El que pierda ahora la ocasión, la perderá para siempre! ¡El que piense en su porvenir es de los nuestros! ¡Todos serán bienvenidos! ¡Este es el Teatro que está en condiciones de dar empleo a cualquiera! ¡Todos tendrán su puesto! ¡Felicitamos de antemano a todo el que se decida! ¡Pero apresuraos a fin de que seáis atendidos antes de medianoche! ¡A las doce cerramos todo y ya no volveremos abrir! ¡Maldito sea quien no nos crea! ¡Adelante Clayton! El Teatro de Oklahoma contratará a todo el que se decida. Entrega el porvenir a los que carecen de él, pero llama sólo una vez. No hay posibilidad de dudar. La duda separa al individuo del empleo. ¡Maldito sea quien no nos crea! Había mucha gente mirando aquel cartel, pero no provocaba demasiado interés. ¡Había tantos carteles; ya nadie creía lo que leía en los carteles. (…) En principio tenía un grave defecto: no decía ni una sola palabra acerca de la paga. Por poco importante que hubiera sido, el cartel debió mencionarla sin duda; no habría dejado de ser el elemento más tentador. Nadie quería ser artista y, en cambio, todo el mundo quería que le pagarán por su trabajo.”

Todos nos hemos bajado en la Estación de Clayton. Hemos pedido trabajo. Y estamos a la intemperie. Aquí todos tenemos lugar. Incluso Negro. Incluso Hispánico. Incluso Latino. Pero nuestro anonimato, la condición de nuestra inexistencia, es el boleto que se ha pagado. Han llegado los bárbaros, ¡No lleven flores!

Leer más
profile avatar
25 de febrero de 2016
Blogs de autor

Sergio Galarza: Tiempo de duelo

            Hace cuatro años que leí por primera vez, en un café madrileño, Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre (Montacerdos), del escritor peruano Sergio Galarza (1976), en una versión inicial. Había leído novelas (Paseador de perros), crónicas (Los Rolling Stones en Perú) y libros de cuentos (Todas las mujeres son galgos) muy buenos de Sergio, pero no estaba preparado para el impacto emocional de estas memorias sobre los últimos días de su madre, escrita con una prosa directa y concisa, sin afectaciones. Ahora que las he vuelto a leer, y pese a que el subgénero de los hijos que escriben sobre sus padres ha sido usado y abusado últimamente, descubro, entusiasmado, que no ha perdido nada de su poder. Nombres rutilantes han escrito sobre el tema en la literatura latinoamericana, pero este es el libro que más me ha llegado y que recomendaría.

            Galarza se mete de lleno en la historia desde el primer párrafo: "Durante la madrugada había chateado con mi hermana Lupe que vive en Seattle, confirmando las peores sospechas: a nuestra madre, mi vieja, como la he llamado siempre con cariño al nombrarla frente a amigos y extraños, no le quedaba mucho tiempo. El cáncer estaba generalizado". El libro se enfoca en ese período que va desde que Galarza se entera de la enfermedad de su "vieja" hasta el predecible final: tiempos de pensamiento mágico, en los que el autor cree que si hace ciertas cosas puede mantener a su madre con vida ("si mi equipo ganaba todos los partidos ella se recuperaría"); pero hay mucho más, pues el libro se abre a explorar los vínculos intensos del escritor con su madre --comenzando por esa infancia feliz en la que ella lo acompañaba a sus partidos de fútbol en la Lima de los ochenta, y era su hincha más "feroz"--  y las relaciones con su padre desapegado y sus hermanos Daniel y Lupe.

            Una canción de Bob Dylan captura una verdad profunda de las relaciones afectivas: solemos fallarles con frecuencia a los seres que más queremos, precisamente porque los queremos y sabemos que de todas maneras estarán ahí para nosotros ("Le escribía correos de tres líneas como máximo, y más largos si le pedía un favor... Mi madre me reclamó una vez que no le hubiera dedicado ningún libro"). Galarza desgrana los momentos en que se avergonzó de su madre: ella, una abogada querida y respetada, tenía veleidades literarias, y él no estaba interesado en leer sus manuscritos; ella venía a visitarlo en Madrid -ciudad a la que él se muda para desarrollar su carrera literaria--, y él no la acompañaba a los lugares a los que ella quería ir. Es un excelente autorretrato, el del chico reacio a expresar sus sentimientos, que también es un rebelde dado a las drogas y a las peleas, un fanático del fútbol y del skate que sueña con ser escritor y se esfuerza por ocultar el lado explosivo de su carácter a una madre comprensiva que ha depositado toda su fe en él.

            Galarza, ya convertido en escritor, reconstruye la visita de su madre a Madrid el 2009, la última vez que estuvieron juntos, gracias a una agenda de ella, "organizada y maniática". Están todos los gastos y las visitas, y, sorpresivamente, la letra de una canción de Bob Dylan en la penúltima página. Esa canción es un símbolo del desencuentro: el escritor fanático de Dylan, que escuchó "Blowin' in the Wind" con su madre en una carretera de Madrid a La Coruña, no sabía que ella, ya afectada por el cáncer pero sin decírselo a nadie ni intentando un tratamiento para salvarse o al menos alargar su vida ("aguantaría hasta que su cuerpo dijera basta y el secreto de su enfermedad se revelara por sí solo"), se estaba haciendo en silencio las mismas preguntas de la canción. Es un momento para la culpa, pero también el principio de la sabiduría.

 

 (La Tercera, 21 de febrero 2016)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Leer más
profile avatar
25 de febrero de 2016
Blogs de autor

Un monstruo con vida propia

Guantánamo tiene vida propia. Casi imposible cerrarlo, por mucho que se empeñe Obama. No quedará cerrada ni siquiera el día en que se eche el baldón a la instalación carcelaria en territorio cubano. No lo hará el actual presidente de los Estados Unidos, que lo llevaba en su programa presidencial con el que ganó las elecciones en 2008 y que firmó tras su toma de posesión una orden de cierre que debía entrar en vigor en enero de 2010. Y será difícil que lo haga su sucesor, incluso si fuera Bernie Sanders. No digamos ya si vencen Trump, Cruz o Marco Rubio, todos encantados con mantener abierto el penal.

Ahora hay 91 detenidos. Todos hombres y musulmanes. Algunos entre los 780 que han pasado por sus celdas entraron como niños; 689 han sido repatriados o transferidos a países terceros; y 24 han sido designados por las comisiones militares para su detención indefinida sin cargos ni juicio civil, de forma que Guantánamo vivirá mientras ellos vivan, aunque sea en cárceles especiales en territorio de EE UU en caso de que llegara a producirse la transferencia que Obama se propone.

Imaginado como la cárcel de irás y no volverás por los juristas asesores de George W. Bush, debía servir para detener indefinidamente a los talibanes y a los miembros de Al Qaeda sin ofrecerles las garantías de los tribunales de EE UU. Eran combatientes enemigos sin Estado a los que no se les aplicaban las convenciones de Ginebra para prisioneros de guerra. Tal invención se acogía al carácter excepcional y extremadamente peligroso del nuevo terrorismo, que obligaba a dejar de lado el garantismo para construir un limbo jurídico donde no existiera protección alguna.

Obama ha señalado que Guantánamo sirve para lo contrario de lo que se había imaginado y es ahora un peligro para la seguridad: sirve como bandera propagandística para reclutar terroristas, dificulta las relaciones con los aliados de Washington y tiene unos cortes económicos desmesurados. Pero el actual Congreso de mayoría republicana no hará caso a su petición de clausura, como no se lo hizo en 2009 el Congreso de mayoría demócrata. Nada más impopular que llevar presos de Guantánamo a territorio americano, donde tienen sus votantes los congresistas y senadores.

Hay argumentos republicanos para mantener Guantánamo: tiene buen cartel la mano dura y sin límites contra los terroristas, aun a costa del Estado de derecho. Pero los auténticos motivos son electoralistas, y valen para todos. Al final, el último argumento es que de nada sirve echar una mano a un presidente débil y sin mayoría en el Congreso en su último año de mandato, el famoso pato cojo.

Guantánamo es un cráter radioactivo que abrió George W. Bush en 2002 tras el 11S, cuando Estados Unidos invadió Afganistán, y que no supo liquidar Barack Obama en los primeros compases de su mandato: por falta de concentración --estaba entregado en cuerpo y alma a la reforma sanitaria-- y quizás por su carácter dubitativo. Sus radiaciones permanecerán mientras estén vivos los presos allí detenidos indefinidamente, casi todos ellos suficientemente jóvenes como para amargar unas cuantas presidencias después de Obama.

Leer más
profile avatar
25 de febrero de 2016
Blogs de autor

El río de Heráclito

Aquello de que no es posible bañarse dos veces en el mismo río por esto y lo otro es el dicho más famoso atribuido a Heráclito. Sin embargo, el pasaje no está en ningún sitio, y todo el mundo habla de oídas. Y como también Plutarco repite lo del río y el baño atribuyéndolo a Heráclito, he indagado un poco.
 
La cita original (DK 22 B 12) se debe a Cleantes, el filósofo  que dirigió la Stoa durante más de treinta años. Cleantes dice que Zenón, el fundador de los estoicos, coincide con Heráclito en la descripción del alma cuando la define como “exhalación sensible”, porque cuando Heráclito quiere mostrar que las almas exhaladas se convierten en conscientes, las compara con un río de este modo:
“Sobre aquellos que se meten en el mismo río pasan aguas siempre distintas y las almas se alzan exhaladas de lo húmedo”. 
 
Ya sabemos que Heráclito era llamado “el oscuro” y sus comparaciones no siempre se cogen a la primera, pero no habla de la imposibilidad de bañarse dos veces en un río. La segunda parte de la comparación se desecha en la versión de Gredos porque “no puede corresponder a Heráclito”. Y no puede, dice, porque “exhalar” y “exhalación” no aparecen en textos anteriores a Aristóteles. La tontería mejora cuando uno lee en Aristóteles De An. 405a 25: “Y también Heráclito dice que el principio es el alma, dado que es la exhalación en que consisten todas las cosas; y es la cosa más incorpórea y que siempre fluye”. O sea, no es que “exhalación” aparezca en efecto antes de Aristóteles, sino que el propio Aristóteles asegura que Heráclito dijo que el alma es una “exhalación”. En justa coherencia, la versión de Gredos que padece mi anaquel también ignora el pasaje donde Aristóteles nos informa de que, según Heráclito, el alma es la cosa más incorpórea y que siempre fluye.
 
La comparación entre el río que hace fluir sobre el bañista aguas siempre distintas y las exhalaciones de las almas ha sido en general malentendida o pasada por alto. El alma heraclítea es un principio vital y racional que está en el aire y que penetra en el hombre por inhalación. Las aguas siempre distintas que fluyen sobre el bañista son como las almas que constantemente se exhalan de lo húmedo y que los hombres inhalan. Eso les permite vivir y sentir, porque las almas son “exhalaciones sensibles”. Por eso se sienten incontables cosas siempre distintas, porque se vive tantas veces como se respira. También las almas que exhalan los hombres se convierten en conscientes y entran en el flujo de exhalaciones que se elevan en el aire que exigimos. Así que, semejantes al bañista sobre el que pasan aguas siempre distintas, están los hombres sumidos en el flujo de almas exhaladas.
 
¿Por qué se ha malentendido tradicionalmente la comparación de Heráclito? La culpa es de Platón, que la leyó por encima y quedó prendado de las aguas siempre distintas, como si nunca hubiera leído ese plural y jamás pensado que por un río pudiera pasar más de un agua. “Heráclito dice en algún sitio que todo se mueve y nada permanece, y comparando las cosas con la corriente de un río dice que no es posible bañarse dos veces en el mismo río.” En realidad Platón recuerda su impresionante deducción personal, no la comparación de Heráclito. Y todos los que repiten lo del imposible baño repetido siguen la corriente platónica de Cratilo 402a.
 
Se ve que Platón apenas leyó a Heráclito, pero lo identificaba con su  descubrimiento fascinante de los baños irrepetibles. Aristóteles, al menos, parece haberlo leído. Pero el que mejor lo leyó y entendió fue Cleantes, que no sólo informa que la doctrina estoica del alma viene de Heráclito, sino que cita el pasaje literal. Y, claro, Heráclito era un poeta.
Leer más
profile avatar
25 de febrero de 2016
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.