Vicente Verdú
Si no la han leído, lean La interpretación del asesinato de Jed Rubenfeld en la editorial Anagrama. Rubenfeld sostiene, aunque de pasada, que los grandes inventos de la humanidad se han producido en los primeros años de cada siglo.
Entre 1303 y 1305 Giotto introduce la pintura tridimensional, el Inferno de Dante es de 1302, el David de Miguel Ángel de 1501, de ese mismo año es la tesis de Copérnico, El Quijote se publica en 1604 y Hamlet en 1600, la Quinta Sinfonía de Beethoven es de 1807, La interpretación de los sueños de Freud aparece en 1900 y la teoría de la relatividad la enuncia Einstein en 1905. Hay muchísimos casos más.
¿Qué invento u obra maestra corresponderá al comienzo del siglo XXI? Una notable metralla de importantes innovaciones ha aparecido ya en estos últimos años, se trate de la electrónica o de la ingeniería genética, de la medicina o de las comunicaciones en general. Sin embargo, en atención a la escala de los ejemplos históricos anteriores, ¿cómo no esperar todavía, en estos dos años y pico que le quedan al decenio, para asombrase con la noticia bomba que en vez de matarnos nos aúpe colectivamente a la plenitud?