Vicente Verdú
¿Qué hay de parecido entre el alumbramiento de la infanta Sofía y la detención de La Pantoja? Aparentemente nada. O, mejor, aparentemente, aparentemente todo parece igual. La aglomeración de los periodistas y sus cámaras, la máxima atención a la entrada y salida del edificio, la conmoción en los momentos en que se vislumbra la emergencia del personaje, la pugna por obtener la imagen o las primeras declaraciones, el seguimiento obsesivo del posible desplazamiento, la caza de la mágica estampa del automóvil que contiene el cuerpo de la noticia bomba, los guardaespaldas, el murmullo creciente y decreciente, la infinita reiteración del mismo comentario, la extrema vacuidad de los detalles, la superexplotación periodística de la nada hasta el paroxismo, la parodia de lo extraordinario en lo intrascendente, la multiplicación de los flashes, las fotos, las frases hechas, en una narración que empieza y termina en lo más ínfimo o sigue hacia el desarrollo sin fin, sólo con un principio tan inane que permite el despliegue sin costuras tal como una apariencia de lo real que ha escapado de su objeto y puede transformarse, convertirse y reproducirse en todos los puntos de lo ilusorio, lo retórico y lo virtual.
Ninguna noticia da más de sí que estas noticias sin núcleo y paradójicamente llamadas del corazón. El nudo de la noticia se funde inmediatamente después de darse a conocer. La derriten los medios y el hacinamiento de los reporteros, el clamor y el calor artificiales que cunden en torno a una vacuidad que inesperadamente se convierte en el centro mismo de la actualidad. Un sumidero por donde se cuela todo lo demás o sólo aparece como acompañamiento del telediario que, coherentemente, abre con esa información e indica en su transcurso como el resto de los espacios vienen detrás. La portada inevitablemente aparece ocupando un plano superior, el tema de apertura. Pero también, la semejanza entre el alumbramiento de la infanta y el apagamiento de la tonadillera se presentan como asuntos del mismo sistema informativo: el sistema de la información donde es el interés del público quien determina la noticia y no la importancia de la noticia quien determina el interés.