Víctor Gómez Pin
Esbozo estas notas en dos ciudades africanas en cuyas universidades públicas comparto unas horas de reflexión filosófica con estudiantes de diversas disciplinas, tanto científicas como humanísticas, quienes intuyen que la palaba filosofía designa algo que simplemente les concierne en lo esencial de su condición de seres de razón. La lengua propia de la población local es el Bantú, en dos variedades diferentes, aunque desgraciadamente esta lengua carece aquí de la necesaria presencia institucional y académica.