Víctor Gómez Pin
Hay un aspecto de las preocupaciones del ingeniero británico al que hacía referencia que merecería ser reflexionada más despacio. Aubrey de Grey sostiene, tras otros, que la detención del envejecimiento sería tanto más plausible cuanto que el envejecimiento nada tendría de natural, si por tal entendemos aquello que responde a la lógica de la evolución: "En la naturaleza ningún animal llega a viejo- declara- porque o bien se muere de hambre, o lo hace en manos de un depredador". El argumento no es muy convincente porque hoy, desde luego, hay cantidad de animales domésticos que viven mucho más de lo que sería útil para sí mismos y su especie, pero obviamente de Grey objetaría que se trata de casos en los que la naturaleza de esos animales ha sido modificada por el hecho de que no necesitan de sus facultades para subsistir.
En cualquier caso lo que parece querer decir es que, de atenerse a un orden en el que no hay símbolo y lenguaje (única cosa -dicho sea de paso- que puede conducir a que una especie se asigne a sí misma el cuidado de las demás especies) ser inútil para la causa de la subsistencia significa exactamente eso: que vives sin contribuir y que la economía de la subsistencia se encargará de liquidarte. Afortunada o desgraciadamente (depende del grado de afirmación o de nihilismo respecto al destino humano en el que uno se encuentra), los hombres no estamos marcados exclusivamente por la lucha por la subsistencia; ello es incluso lo que nos singulariza dentro del mundo animal.