Víctor Gómez Pin
En uno de sus diálogos, a fin de designar figuras de políticos que instrumentalizan y degradan la vida ciudadana, en lugar de ponerse al servicio de la misma, Platón recurre a metáforas de bestiario. El seudo-político efectuaría una suerte de regresión, que en ocasiones le reduciría a la condición animal y en otras a una condición salvaje o monstruosa. Aunque justificada simplemente por las espléndidas dotes de narrador de Platón, la analogía con animales y monstruos nunca me ha parecido excesivamente pertinente tratándose del político fullero. Hace ya unos meses tuve ocasión de evocar aquí mismo la siguiente descripción de Marcel Proust:
"El antiguo camarada me dijo que yo no había cambiado, y comprendí que él no se creía cambiado. Entonces le miré mejor. Y en realidad, salvo que había engordado tanto, conservaba muchas cosas del tiempo pasado. Sin embargo, yo no podía comprender que fuera él. Entonces procuré recordar. En su juventud tenía los ojos azules, siempre reidores, perpetuamente móviles, en busca, evidentemente, de algo en lo que yo no había pensado, búsqueda que debía ser muy desinteresada, seguramente la verdad, perseguida en perpetua incertidumbre, con una especie de travesura… Y ahora, convertido en hombre político influyente, capaz, despótico, aquellos ojos azules, que por lo demás no habían encontrado lo que buscaban, se habían inmovilizado, lo que les daba una mirada puntiaguda, como bajo unas cejas fruncidas. Y la expresión de jovialidad, de abandono, de inocencia, se había tornado en una expresión de astucia y de disimulo."
No, el político fullero no presenta rasgos de fiera o de monstruo sino rasgos sesgados de un ser capacitado para una modalidad singular de rapiña, no ya presente en el ser humano sino exclusiva del mismo: esa modalidad de rapiña consistente en la instrumentalización de los seres de razón y de palabra. Lejos de alejarse de la humanidad, el político fullero es paradigma de una forma de mal que constituye un aplastante (y quizás inevitable) patrimonio de la humanidad. Un hecho de actualidad me permitirá mañana considerar otras modalidades del mal exclusivamente humano.