
Víctor Gómez Pin
Hace unos meses transcribí aquí el texto del Evangelio según San Mateo relativo a la parábola de los talentos. Dado el tema planteado ayer, me parece útil presentarlo de nuevo, añadiendo al final un comentario:
"El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al
ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno
dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su
capacidad; y se ausentó.
Enseguida, el que había recibido cinco
talentos se puso a negociar con ellos y ganó
otros cinco. Igualmente el que había
recibido dos ganó otros dos. En cambio el
que había recibido uno se fue, cavó un hoyo
en tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de
aquellos siervos, y ajusta cuentas con ellos.
"Llegándose el que había recibido cinco
talentos, presentó otros cinco, diciendo:
‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado.’
Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en
lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor.’
"Llegándose también el de los dos talentos
dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he
ganado.’ Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has
sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’
"Llegándose también el que había recibido un talento dijo:
‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste
y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra
tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo.’ Mas su señor le respondió:
‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y
recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a
los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los
intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los
diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará;
pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo
inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes."
Mateo 25, 14-30
Si todos los momentos álgidos de este prodigioso texto que es el Evangelio de Mateo, merecen ser tomados muy en serio, este en particular produce auténtico escalofrío. Y no pudo dejar de venirme inmediatamente a la mente cuando vi el pórtico de la catedral de Barcelona totalmente recubierto por el anuncio de la filantrópica tarea de la mayor institución bancaria de España. Una instantánea nos permite entender con toda acuidad las consideraciones de Webern sobre la esencia de la ética protestante y el vínculo con el espíritu del capitalismo… con la salvaguarda de que tal espíritu ha ampliado ahora sus dominios… También para los hijos del catolicismo, el vestíbulo del reino de los cielos se asemeja al vestíbulo de una institución bancaria… y para aquel que en la misma carezca de crédito no cabe otro destino que el del siervo ruin y perezoso, a saber, el crujir de dientes y la estéril lamentación. No lo olviden nunca: al que tiene le será dado y al que no tiene le será arrancado.