Víctor Gómez Pin
El arte no está sometido a la evolución. No hay que confundir el arte con la vida. La metáfora de un embrión que se despliega para acabar feneciendo no es válida tratándose del arte. Tampoco hay en el arte progreso, aunque sí se de superación (de hecho esta constituye una exigencia) de toda forma archivada. Hay aquí como una prueba de de la singularidad de las construcciones del espíritu respecto de las de la vida. En arte siempre se aspira al origen, aun sabiendo que nosotros estamos lejos del mismo.