Vicente Verdú
Aparecen días 
cetrinos, pobres
y descabellados 
de los que nada puede esperarse 
sino un ambular.
Ambular sobre  
sucios institutos
de dolencias 
vulgares.
Espacios de rala comunicación
y degradantes. 
Cuerpos macilentos
encharcados por  peces
ciegos  y ambiguos. 
Deseos 
de conducir el deseo 
al éxito del 
encumbrado vertedero 
o su desolación.