Vicente Verdú
La dominación
del tiempo
coincide
con la expulsión de
insectos encarnados.
Los insectos equivalen
conglomeradamente
a una suma
de espasmos
puntiagudos,
intervalos sin cal
ni azúcar.
Cada instante
se deifica en la cabeza
de una hormiga.
Juntas se extienden
como el sembrado
infinito
de tiempos agónicos.
Horas incalculables.
Gotas de luto
esparcidas
como municiones.
Veladas y acuosas,
hermanas
de vida enmascarada,
sin música.
Riadas de ominosas
mariposas blancas.
Endebles lepidópteros
que ambulan
bostezando
dentro
de una misma humanidad
de alas
que, levemente.
concluyen plegándose.
Perfumadas de luz
venal
y claudicando.