Vicente Verdú
Un importante
efecto de
estar muy enfermo es
que dejas de decidir.
La ciencia médica
toma en sus manos tu destino
Con cuidado
o no.
Pero, en suma
con el deber
radical , al menos,
de asegurarte la respiración.
Respiramos y suponemos
que el cuerpo
no tiene otra cosa en qué
pensar
pero es lo sorprendente.
¿Qué facultades
guarda el cuerpo
para comportarse
con autonomía-
Sujeto con una autoridad
descomunal
que hace la vida por su cuenta.
O, lo que es lo mismo,
en la ecuación.
Todo lo que creíamos
nuestra vida
no es sino la vida del cuerpo
¿El cuerpo?
Fue tanto tiempo objeto
de placer
embarcación de gozo
pareja en el baile,
comensal en la reunión
que no nos pasaba
por la cabeza
que poseía
pensamientos o,
proyectos.
Unos proyectos sensacionales
que consisten
fundamentalmente
en darse vida o darse muerte
En divertirse o hastiarse de sí.
Todo dentro de una complejidad
linguística o psiquiátrica
que nos iba pasando desdeñable.
Todo hasta que un día el cuerpo
por su cuenta mutaba, ansiaba,
desarrollaba de su cuenta
procesos de odio o de amor.
Cuerpo supremo que, al cabo,
sin ser impulsado
por el odio o la venganza
vino a manifestarse
como un ignorado titán.
Emperador
sobre cualquier fantasía,
imágenes de nuestro presente y futuro
que concebíamos
sin atender
a existencia aleccionadora.
Vacilante y criminal.