Vicente Verdú
La tenia
del recuerdo
aciago
penetra
con gran
facilidad
en el corazón.
Pero hay una defensa
contra este parásito
consistente en
no prestarle
la menor oportunidad
de secreción.
Esta estrategia
no es más
que ahuyentar
el pensamiento
de su boca
y situarlo
en paradigmas
remotos.
Extremos
en donde
el animal
no entiende
no sabe
no se place
siquiera
en las sílabas
de la enunciación.