Vicente Verdú
A medida que la
vida se alarga
se ponderan más los
momentos cortos.
Se valoran menos
los malos momentos.
Siempre
molestos
como crustáceos
y se valoran más
los intervalos alegres,
celebrados
como dulces
o niños
que dan
alegría con
el indolente
sabor
de sus besos.