Vicente Verdú
La presencia y la ausencia no pueden concebirse como el haz y el envés de algo, sea social o natural. No hay esta doble cara a la que la mente se dirige alternativamente y excluyendo el término abandonado. Así como no hay presencia absoluta del otro, objeto o sujeto, no hay ausencia completa, ni siquiera tras la muerte. Por muy pura y efectiva que sea.