Vicente Verdú
¿Escribe algo? Mi padre me pedía siendo yo todavía un niño que siempre, a diario, escribiera sobre algo. No importaba el asunto. A veces, me indicaba que describiera un objeto o la cara de algún conocido. Y yo que quería tanto a mi padre, cuando me felicitaba tras haber leído esas líneas me sentía como volando, sin destino ni preocupación de ninguna clase. Las cosas se emborronan con el tiempo y hasta se confunden o destartalan. Sin embargo, conservo ese inocente y benévolo aprecio de mi padre que él disfrutaba, encima, mostrando mis textos a sus amigos. Luego poco a poco no deseé otra cosa que alcanzar un día en que en el carnet de identidad se leyera "escritor" como mi oficio porque entonces se reseñaba.
Bueno, malo, regular, toda mi vida he batallado por lograr escribir mejor y seguir agradando todavía a mi padre (¿el público?) o incluso correspondiéndoles con buena escritura. Los años han pasado y esto es lo que hay. Bueno, malo, regular. No puedo, pese a la culpa que padezco casi de continuo, reprocharme en este caso que no me haya esforzado. Por un buen padre se hace cualquier cosa.Y por conseguir buena conciencia también. El gusto en la ejecución se presupone.