Skip to main content
Blogs de autor

El miedo a la tristeza

Por 13 de enero de 2015 Sin comentarios

Vicente Verdú

¿Puede tenerse miedo a la tristeza? A la desgracia, claro que sí, pero ¿temor indefinido a estar triste? El temor, bien se sabe, constituye, de forma elemental,  parte del rebozo de estar vivos y propicia  por ello en diferentes  casos una forma eficiente de  felicidad.  De la felicidad,  desde luego,  porque temiendo lo peor o siendo consciente de la facilidad con que se presenta  cualquier  adversidad, lo bueno, lo mejor y hasta lo ordinario, se celebran con un gozo.

¿Pero miedo a la tristeza? Teniendo salud puede temerse la enfermedad pero es raro que en la plenitud de la lozanía surja  un verdadero pensamiento  para lo insano. Como también en la plenitud de la alegría, ¿quién piensa en serio sobre la tristeza que existe en el mundo, que sobreviene sobre los más cercanos o que podría llegar a recaer en mí?

Muy probablemente, mi miedo personal a la tristeza forma hoy parte de un cuadro clínico o estructuración atenuada del Mal (¿la depresión?).

Cada mañana, al despertar, viene a juntarse a mi respiración una grisura  y ya desde el desayuno no me deja estar en paz con lo que sea normal. ¿La normalidad? ¿La normalidad, pienso, no será en sí misma una cantera sombría, un yacimiento oscuro para el  corazón? Todas las personas que conozco con la tensión alta sólo están tristes cuando investigan el esfuerzo de su maltrecho corazón. Las de tensión baja, sin embargo, siendo  propensas al decaimiento asumen que la aparente tristeza no es sino una cuestión orgánica que encuentra cura en el sistema de sanidad. Pero a un corazón si problemas orgánicos ¿corresponde alguna tristeza regular? 

Pues sí. Hay una tristeza enclavada en la memoria dolorida, una tristeza básica del paso del tiempo y una amargura genuina que corresponde a la tristura del no pasa nada. 

profile avatar

Vicente Verdú

Vicente Verdú, nació en Elche en 1942 y murió en Madrid en 2018. Escritor y periodista, se doctoró en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y fue miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard. Escribía regularmente en el El País, diario en el que ocupó los puestos de jefe de Opinión y jefe de Cultura. Entre sus libros se encuentran: Noviazgo y matrimonio en la burguesía española, El fútbol, mitos, ritos y símbolos, El éxito y el fracaso, Nuevos amores, nuevas familias, China superstar, Emociones y Señoras y señores (Premio Espasa de Ensayo). En Anagrama, donde se editó en 1971 su primer libro, Si Usted no hace regalos le asesinarán, se han publicado también los volúmenes de cuentos Héroes y vecinos y Cuentos de matrimonios y los ensayos Días sin fumar (finalista del premio Anagrama de Ensayo 1988) y El planeta americano, con el que obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo en 1996. Además ha publicado El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción (Anagrama, 2003), Yo y tú, objetos de lujo (Debate, 2005), No Ficción (Anagrama, 2008), Passé Composé (Alfaguara, 2008), El capitalismo funeral (Anagrama, 2009) y Apocalipsis Now (Península, 2009). Sus libros más reciente son Enseres domésticos (Anagrama, 2014) y Apocalipsis Now (Península, 2012).En sus últimos años se dedicó a la poesía y a la pintura.

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.