Vicente Verdú
En general, la mayoría de los galeristas dicen que los cuadros de tonos suaves se venden más. Todo cuadro posee diferentes grados de penetración que pueden discurrir desde el suave amor al odio y desde la entrega de calma hasta la agitación. Este cuadro que pinte hace muchos años se correspondía con una época en la que deseaba más el silencio que la conversación. Y, efectivamente, necesitaba un cariño sin perturbación. Para mi esta obra es un ejemplo de todo lo que se dice a propósito de los colores tenues y un testimonio de la relación de ánimo con la obra de arte que en tanto se parece, cuando se expresa, a las relaciones con los demás, objetos, animales o personal.