Vicente Verdú
Este cuadro forma parte de una serie a la que llamé "Cuadrículas" porque por unas u otras circunstancias la composición tendía a organizarse en fragmentos más o menos reticulados. Me divertía la prueba de adjuntar formaciones diferentes dentro del conjunto de la formación que en su totalidad debía terminar siendo coherente o grata. Este juego no era además el único porque nunca el color es un juego sino mil y no digamos ya si interactúa -como lo hace siempre-y va hilando una conversación con formas y medidas cercanas. Nunca, sin embargo, a pesar del embrollo, me sentí, en esta ocasión, perdido. Más bien recibía la sensación de que durante el proceso me hallaba facilitando una reunión que los diferentes elementos desearon haber tenido algún día.