Vicente Verdú
Lo decisivo de las adicciones es que habiéndose consolidado se comportan más que como adiciones. No son sumas de lo preexistente sino parte ya de lo existente. Eliminarlas conlleva por ello una suerte de mutilación que hace más que nunca dolorosa la curación. El punto en que la adicción penetra en el organismo la lleva a formar parte de él. Nociva o no, ha ingresado en la circulación, en el proceso biológico, en la circunstancia personal y en la personalidad misma. La deshabituación no significa por ello tan sólo una ruptura del hábito sino de la misma piel y de la carne que va tras ella.