Vicente Molina Foix
Es un fenómeno de la cultura española que no cesa. Y milagroso. En un tiempo en que se lee menos, se eliminan o reducen los estudios de literatura en el bachillerato y las gentes no están en disposición de comprar libros con lo que, después de comer y de vestirse, les queda de su salario (los que lo tengan), proliferan las editoriales de calidad, los pequeños negocios hechos por valientes que aspiran a mantenerse y no a hacerse de oro. Hemos hablado aquí mismo de sellos que aparecieron y se consolidaron con el tiempo; hoy me gustaría señalar a unas editoriales novísimas cuyas publicaciones he estado leyendo con enorme placer a lo largo de este año. Muy bellamente editados, los libros de la madrileña Dioptrías se centran en la no-ficción, destacando su rescate de ‘Los orígenes del Doctor Fausto’ de Thomas Mann, ‘Eros’, un singularísimo ensayo sobre el deseo de la excelente poeta norteamericana Anne Sexton, y la deliciosa antología ‘La literatura como mentira’, en la que uno de los grandes, Giorgio Manganelli, escribe con agudeza sobre otros grandes, Beckett, Yeats, Nabokov o Edmund Wilson (magnífica y largamente analizado), pero también se ocupa de genios más pequeños como Ronald Firbank, el barón Corvo o la incomparable novelista Ivy Compton-Burnett. De Barcelona llegan muy recientemente los de Gatopardo Ediciones, con un poderoso arranque: el breve opúsculo sobre ‘Alejandro Magno’ de Pietro Citati, y un clásico de las aventuras marinas, ‘En peligro’ (‘In Hazard’), del británico Richard Hughes, conocido sobre todo por su ‘Huracán en Jamaica’ y la memorable adaptación cinematográfica que de esa novela llevó a cabo el director Alexander Mackendrick. También son hermosos, en su cómodo formato, los de Mardulce, y en especial ‘El viento que arrasa’, de la argentina Selva Almada, escritora que descubro con este inquietante relato.
Atrevidas en su compaginación y muy originales en el material seleccionado son las dos primeras entregas de la colección de narrativas ‘detresentrés’ de Mishkin Ediciones, libros que contienen dos textos y un cd complementario en cada volumen temático. En el primero, ‘rusófilo’, he disfrutado con la lectura de los bocetos narrativos de Nikolái Pomialowski, un maldito muerto muy joven en 1863 y conocido, si acaso, por su vinculación con Dostoievski, que le apoyó, así como revisando la estupenda película de Andréi Konchalovski ‘El primer maestro’ (1965). El segundo se centra en el mundo circense, y es todavía más sugerente en la combinación de ‘Jack el payaso’, la novela del sueco Hjalmar Bergman, otro gran ignorado entre nosotros, el cuento de César Aira ‘Los dos payasos’, y el film de Federico Fellini, no suficientemente valorado en su día, ‘Los clowns’ (1970), que tanto ha ganado con el paso del tiempo.