Ficha técnica
Título: La musa furtiva. Poesía 1967-2012 | Autor: Vicente Molina Foix | Editorial: Fundación José Manuel Lara | Colección: Vandalia | ISBN: 9788496824973 | Formato: 130 x 215 mm. | Páginas: 332 | Encuadernación: Rústica con solapas | Precio: 19,90 euros
La musa furtiva. Poesía 1967-2012
Vicente Molina Foix
Este volumen recoge la totalidad de la obra poética de Vicente Molina Foix desde finales de los años sesenta, cuando fue seleccionado como uno de los Nueve novísimos poetas españoles de la célebre antología de Josep Maria Castellet, hasta hoy mismo, incluyendo en su parte final poemas recientes de un libro en marcha. Revisados por el autor, que ha eliminado unos pocos de los publicados tanto en antologías como en sus dos únicos poemarios -Los espías del realista y Vanas penas de amor-, el libro ofrece la posibilidad de conocer una trayectoria, paralela a la del novelista, que se remonta a la juventud universitaria. La musa furtiva traza, así pues, una línea que va desde las prosas poéticas de fuerte contenido irracional del «espíritu novísimo» hasta los últimos poemas que Molina Foix llama, quizá con ironía, «versos morales», sin olvidar la sustancial producción de carácter amatorio y no pocas veces cínico.
Obra de «un poeta muy versado en la cultura, pero con los pies bien asentados en la realidad», como dice en su prólogo la profesora norteamericana Candelas Gala, La musa furtiva es una suerte de biografía literaria que reúne todos los registros y temperamentos del escritor: la irracionalidad, el nonsense, la sátira, el sentimiento y el resentimiento amoroso, los caprichos y las sumisiones de la carne, la pesadumbre de la edad y el saber templado de la edad.
A MODO DE PRÓLOGO
por Candelas Gala
Las apariencias no engañan pero sí confunden en su juego de espejos. Y eso es lo que ocurre con la poesía de Vicente Molina Foix en la que todo se desarrolla en un juego de miradas y perspectivas en constante cambio y nada se impone como verdad última. ¿Se trata entonces de trampas? Sí, en el sentido de asumir que lo que vemos es tal y como lo vemos pues en sus muchas apariencias y formas las cosas nos juegan malas pasadas. Como nos dicen estos poemas, hay que liberarse de las convenciones y saber mirar, y ver los muchos apareceres de las cosas porque en última instancia es todo lo que tenemos.
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En esta compilación, tan acertadamente titulada La musa furtiva, reencontramos al Vicente Molina Foix que primero se dio a conocer como uno de los «nueve novísimos» en la histórica antología de José María Castellet (1970). Su producción desde entonces ha seguido rutas muy variadas -novela, representaciones escénicas, traducción y crítica-, aunque a lo largo de esta trayectoria Molina Foix nunca ha dejado de escribir poesía, un género que, como él mismo confesó en su momento con respecto a su primer libro de poemas, Los espías del realista (1990), le había mantenido «a raya veinte años» (El Sol, 11 de enero, 1991). El título, Los espías del realista, apunta al papel central que ocupa la mirada vigilante de un sujeto poético que se asoma a situaciones como si fueran escenas del cine o del teatro, con un Yo y un Tú como protagonistas entre quienes el amor se deja ver más por su ausencia que por su presencia. Las relaciones malparadas ocupan la mayoría de estos poemas, como ya indica el título Vanas penas de amor (1998), otra de las compilaciones del autor. En el espionaje que presentan estos poemas, no se trata solo de un escrutinio del Tú / Otro en la relación, sino también del Yo. El poeta se mira, se analiza y se ridiculiza dejando ver que, a pesar del avance de la edad y de las desdichas en el amor el deseo persiste. Y quizá sea esa persistencia la que justifique la reproducción aquí de la cita del dramaturgo neoclásico Vicente García de la Huerta tal y como aparecía en el manuscrito de Los espías del realista de 1969, pues esa «torpe hiedra» que aprisiona con «lascivas vueltas» mantiene firme su poder.