Sergio Ramírez
Otra vocera de la línea dura republicana, Angie Meyer, afirmó, siempre en la cadena Fox, que este gesto tan poco noble de Supermán representa una absoluta falta de patriotismo y respeto para el país que un día le dio acogida, y una "inquietante metáfora del actual estatus económico y de poder que tiene el país en el mundo". Es decir, un país debilitado en la credibilidad de su poderío militar y económico, al que el traidor y malagradecido Supermán prefiere renunciar.
Bill O’Reilly, conductor del programa The O’Reilly Factor, que se transmite por la misma cadena Fox, tampoco se quedó callado, y dijo solemnemente que con ese tema no se juega. Y en el blog del Tea Party se lee textualmente: "Supermán ahora dice que renuncia a su ciudadanía estadounidense y que será solamente ciudadano del mundo. Es muy socialista de parte de Supermán eso de querer un mundo socialista con gente como Obama timoneando este movimiento".
La madre del cordero, está allí visible. Obama. Sus furibundos adversarios cavernícolas lo consideran igualmente un personaje de historieta, y nunca han perdonado que un ciudadano de raza negra, y por eso tan alienígena como Supermán, tal si igualmente hubiera llegado de las galaxias donde explotó el planeta Krypton, se haya colado en la Casa Blanca. Ahora quieren exigirle al presidente que pruebe que efectivamente nació en los Estados Unidos, y no en Kenya, si quiere ser candidato otra vez. Es decir, que no nació en Krypton.
El enemigo más acérrimo de Supermán se llama Lex Luthor. En algún número de la historieta este redomado villano ya ha alcanzado la presidencia de los Estados Unidos, gracias a sus malvadas artimañas. Un candidato perfecto para oponerlo a Obama en las próximas elecciones presidenciales.