
Sergio Ramírez
…y hubo una discusión de si eran frescos o verdes racimos, y fue Chema a la biblioteca por el libro correspondiente y Gabo tenía razón, frescos racimos, y Héctor me miró con desconsuelo, un nicaragüense no debería nunca equivocarse al citar a Rubén Darío, y yo dije entonces que en Nicaragua los bohemios en las cantinas creían que El brindis del bohemio que le gusta tanto a Carlos Monsivais era obra de Rubén Darío, pero quien verdaderamente lo escribió es Guillermo Aguirre Fierro, mexicano, dijo Fuentes, y yo dije que también pensaban esos bohemios empedernidos orgullosos de ser colegas de Rubén Darío que era suyo aquel otro poema sobre guapos que igual recitan los declamadores, Conversaban unos criollos de guapos de tiempos idos, ayer hombres, hoy leyendas con temblor de aparecidos, parece de Borges, dijo Gabo, pero es de Luis Escagria, dijo Fuentes, quién más en el mundo conoce a un poeta que se llama Luis Escagria, carajo, dijo Álvaro, y volvió a estallar su carcajada y ya clareaba el día…
Nexos me dio un pie, y un día quiero seguir narrando estas veladas interminables donde los boleros tienen la misma categoría de las novelas, y la memoria corre como un agua desatada, conversaciones sin puntos ni comas donde nunca hubo ni habrá penas ni olvido.