Sergio Ramírez
El poema "Ah! Recuerda!", también está en el archivo comprado por la Universidad de Arizona, a un precio aún no revelado, y comienza:
"de tus ardientes pupilas
aún siento el vago poder
aún me incendian tus miradas
de infinita languidez
aún escucho tus palabras
y tus promesas de ayer/
aún de tus besos dulcísimos
siento en tus labios la miel…"
El manuscrito falsificado no lleva ninguna puntuación. Pero eso es lo de menos. Todo el andamiaje se derrumba cuando encontramos que ese poema no es sino una copia de "Remember", una de las composiciones de adolescencia de Darío, escrito en Managua, antes de su viaje a Chile en 1886, cuando no conocía a Amado Nervo, y nunca pudo habérselo dedicado.
Los expertos que seguramente contrató la Universidad de Arizona antes de resolverse a la compra del tesoro apócrifo, sólo necesitaban consultar las Poesías Completas de Darío, reunidas por Alfonso Méndez Plancarte y publicadas en sucesivas ediciones por Aguilar en Madrid, y donde "Remember" se haya incluido en "Iniciación melódica: vaso de miel y mirra". Pero ni siquiera tenían que ir a bucear este poemita allí; aunque primerizo, es muy popular, y aparece transcrito literalmente, imitado, o plagiado, en colecciones de versos de amor y manuales escolares de escritura, y puesto en prosa y deformado en libros tipo "secretario de los amantes". Y para mayor vergüenza de esos expertos, abundantemente reproducido ¡en Internet!
Una falsificación tan burda, que hace agua por todos lados: en la carta donde se menciona "Ah, recuerda!", se le da fecha de 1913, pero el falsificador lo olvidó al fabricar el manuscrito del poema, pues en el facsímil del mismo, que aparece reproducido al final del ensayo del profesor Acereda junto con las demás piezas que buscan probar los "amores trasgresores" entre Darío y Nervo, se lee al pie: "Barcelona, noviembre de 1914". El falsificador, o los falsificadores, pues a lo mejor se trata de todo un equipo de trasgresores, ignoran todo acerca de la vida de Darío, pues el 25 de octubre de ese mismo año había partido hacia Nueva York a bordo del buque Antonio López, mediante pasaje que le obsequió el Marqués de Comillas, un viaje para nunca más volver. Y "Remember" aquel poemita de su adolescencia, de tanta fortuna entre los enamorados, tenía ya treinta años de existencia.
¿Lo recordaría aún el poeta moribundo?