Rafael Argullol
Rafael Argullol: . Llega un momento en que el tema de ese juego nostálgico del paraíso lleva a la necesidad de recuperarlo. Es cuando nace esa fuerza fundamental, demoníaca y llena de contradicciones del hombre moderno.
Delfín Agudelo: De alguna manera es crear un paralelismo de renovación del paraíso mediante creaciones artísticas, pero que de una u otra manera son viciadas por la condición humana misma: al pretender una recuperación impoluta, al buscar una neutralidad que permita traer a colación de nuevo el tema de la recuperación, las características de nuestra condición terrenal subyacen en la creación misma.
Rafael Argullol: Es el proceso de la búsqueda de la renovación del paraíso sin aclarar instancias ultramundanas, sino en la propia tierra. Es muy significativo, yendo a la referencia del Paraíso perdido de Milton, que es una obra que no podía haber surgido antes de la época cuando surgió. El Paraíso Perdido surge en el momento justo en que se ha destrozado el universo medieval, en que aquél juego de esferas perfectas que era la Divina Comedia ha saltado por los aires. Y en ese sentido, Milton plantea con una grandeza literaria extraordinaria una especie de inversión de alianzas: si ya Dios no es el que tiene que conducirnos al nuevo paraíso, dirijámonos a Satán, al demonio. Se produce una inversión de alianzas del hombre que pasa de estar aliado con Dios al demonio para ver si realmente, a efectos de la construcción del paraíso en la tierra, sirve. El Doctor Frankenstein y Fausto tienen su vocación en esa inversión de alianzas. Te diría Maquiavelo, incluso: "El fin justifica los medios"; el fin es llegar al paraíso, no importa cómo. En el camino de la tradición religiosa cristiana llegar al paraíso estaba calificado de manera muy estricta. En nuestro mundo, llegar al paraíso es una especie de juego sin reglas, cosa que se advierte en nuestros días en que renacen los mitos de la inmortalidad y la eternidad en la medicina, en la genética, en la bioquímica, y hay una especie de lucha de todos contra todos y una incorporación plena de la rapiña capitalista a lo que es la formulación contemporánea de estos mitos.